Mañana se conmemora el Día Internacional de la Mujer, pretexto perfecto para que algunas mujeres cometan actos vandálicos, porque no me diga que golpear carros, pintar paredes y enseñar los senos son actos heroicos sin precedentes… bueno disculpe usted, para mí no lo es y soy mujer y si, también he sufrido acoso sexual en la calle, falta de oportunidades laborales frente a un hombre y muchas otras situaciones que me podrían servir de pretexto para quebrar los cristales de la tiendita de la esquina o poncharle sus llantas a otra mujer nada más porque sí, ¿absurdo no?
El 8M ahora representa el cierre de negocios, el descontrol de una sociedad femenina que está harta de ser mujer porque nuestra condición nos hace vulnerables ante tanto machismo que aún con todo y la equidad y la inclusión y todo lo que ya nos sabemos no es suficiente para detener la violencia hacia nosotras, y entonces las marchas que se tienen previstas, casi siempre se salen de control y lejos de ser una marcha pacífica, termina siendo un acto vandálico, aunque no le guste como suene o como se vea.
No deberíamos confundir el hecho de que las mujeres exijamos condiciones más igualitarias en materia laboral y social, con el falso feminismo que no nos representa a muchas, ese en el que en una exigencia por mejores oportunidades nos convirtamos en seres que no buscan quién se la hizo sino quién se la paga o ¿qué culpa tienen otras mujeres u hombres de sufrir daños a sus vehículos o negocios como ha ocurrido en años pasados? Y no, no defiendo al gobierno, pero una cosa es una marcha y otra una oleada de desmanes que afectan y que no suman a la causa.
Si, estoy de acuerdo en que las mujeres hemos evolucionado socialmente a niveles no imaginados por nuestros ancestros, pero eso no nos da derecho a cometer actos que perjudican a otras personas en muchos rubros de su vida, así no mujeres…
Y si, a mí y a otras mujeres nos han criticado por mencionar o tener esta postura, sin embargo, está tan descontextualizada la festividad del 8 de marzo que ahora las mujeres marchan exigiendo no ser violadas, asesinadas o desaparecidas a manos del novio, el esposo o de cualquier extraño que sin más ni más se siente con derecho a decidir sobre sus vidas, y bueno, ahora también exigen su derecho a decidir si quieren o no ser madres, decisiones personales que deberían pertenecerles solo a cada una de nosotras.
La otra cara de la moneda es que no queremos reconocer que muchos de nuestros problemas en sociedad actuales, se deben a la falta de valores y de educación en casa, somos las mamás aún las que cargamos con el peso social de educar y criar a los hijos, triste o no, afortunadamente o no, así sigue siendo y se sigue rigiendo la estructura familiar en la que probablemente usted y yo crecimos, ¿o me va a decir que aún en un hogar “estable” que se conforma de papá, mamá y hermanos su educación estuvo a cargo de papá?, a eso agreguemos que ahora mamá trabaja y entonces ya delega lo que según la sociedad le dijo que era su papel más importante, el ser mamá y esposa.
La historia nos demuestra que las evoluciones sociales traen inconformidades, guerras, desastres y muchos años de adaptación. Hoy estamos en una etapa de la historia mundial en la que la mujer ya no quiere que su papel principal sea únicamente parir y criar, ni ser la esposa de Juan o de Pedro, quiere ser ella, con los mismos derechos que su compañero hombre, exigimos derechos pero nuestra obligación tendría que ser, empezar a educar equitativamente desde el hogar, al igual que papá.
Y luego tenemos la incompetencia de un sistema legal que no cumple con su trabajo, porque a las mujeres de nada nos sirve que ahora si nos echan ácido, se tipifique como tentativa de feminicidio, si para que eso pase, hay una burocracia tan obsoleta que nos sigue dejando desprotegidas mientras integran una carpeta de investigación en la que parece que la culpable es la victima, así de podrido es el sistema de nuestro país, pero vandalizando la ciudad, dudo mucho que nos resuelvan lo que por años hemos tolerado y repetido.
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