La semana pasada publiqué una nota sobre el asesor incómodo del senador y aspirante a la gubernatura por Puebla, Alejandro Armenta Mier, hoy ex colaborador, ya que tras el anuncio de la compra de un automóvil Audi R8, donde salió a relucir hasta el empresario Ricardo Benjamin Salinas Pliego, se generaron incomodidades sobretodo políticas que no le permitieron seguir gozando del cargo.
Sin embargo, tras mi publicación, que contiene la foto de otro automóvil suyo, para ser más precisa un Porsche Boxter, se volvieron a revivir comentarios, secretos a voces, entre otras situaciones que corroboran que el senador conoce a la perfección los gustos y gastos de su asesor, que si bien ya renunció, no dejará de estar en su equipo de trabajo, eso nos queda claro desde tiempos de Mario Marín.
Por otra parte, sería arriesgado precisar la magnitud del daño que los gustos del asesor le causaron a la imagen de Armenta Mier, sin embargo, sí afectó su discurso y credibilidad, porque una cosa es vender la austeridad en lo público y la otra es ostentar en lo privado.
Y lo mejor o lo peor de esta historia (depende la óptica con la que se vea), es que gracias a esa publicación, he recibido muchos mensajes sobre supuestas propiedades, vehículos y negocios como centros nocturnos que de comprobarse, seguramente le afectará aún más. Quiero ser precisa porque la información se debe verificar para seguir la ruta del dinero, que en este caso, puede resultar una madeja incalculable, pero que hasta este momento todo se maneja como presuntos.
Hasta este punto, se vincula a un empresario de nombre Carlos Galeana aparentemente para triangular recursos a través del Senado de la República, específicamente facturando con algunos prestanombres para financiar la campaña del senador.
También hay quienes refieren que el ex colaborador ha ejercido violencia física en contra de algunas mujeres y la contratación de scorts de otras nacionalidades para amenizar las fiestas en algún rancho de un municipio cercano.
Reitero, de corroborarse, se podría seguir la ruta del dinero que se ha fabricado desde administraciones pasadas, pero con los mismos integrantes.
Por Martha Berra, Comunicóloga.
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