Para comenzar las siguientes líneas me encantaría felicitar que aún entre tantos dispositivos, oferta de memes, y la gran barata de reels te encuentres leyendo estas líneas, quizá para ver si este año nuevamente coincides con la de las letras o bien si te invito a poner en duda mi punto de vista.
Pero no seré muy compleja en esta primera opinión solo un poco reflexiva o eso espero, aprovechando que estamos en los inicios de un año que ya nos tiene a un mes de que sucedieran las posadas, hoy entre la cuesta que acompaña a los Reyes Magos y ya el próximo detallazo de San Valentín sobre todo en esta era del todo lo tenemos, todo lo podemos, todos nos endeudemos y todo merece una foto para las redes, vamos hablando del 2024 y sus detallitos.
Curioso pensar que estamos en los tiempos en los que en ocasiones tardamos más en pagar el regalo para nuestros afectos que en lo que se terminan algunas relaciones con estos, entre que dimos regalos o bien reflexionamos en que hicimos mal el año anterior porque a nosotros ya no nos toca ni el carbón para la carnita asada; también cómo el dinero es un poquito más en diciembre nos cuidábamos y nos seguimos cuidando de que no nos tocara el asalto de cada día, de que no nos enfermaramos y que por esto nos perdiéramos las fiestas o peor tantito que nos tocará ir al IMSS, al ISSSTE o ISSSTEP porque seguro regresábamos con el mismo resfriado y probablemente con receta pero sin medicamento.
Compramos o cooperamos para la cena con la familia, pedimos por aquellos que ya no están con nosotros, oramos por aquellos que se encuentran en una situación difícil, intentamos convivir y que alcanzara para todos, algunos si es que coincidimos platicamos de los colores del país para este año, otros evitamos esas conversaciones molestas porque sabíamos que saldríamos peleados.
Unos más hablamos de que es justo el año en el que entran nuestros hijos a la universidad, educación media superior u otro nivel y claro en ocasiones la escuela pública es “la opción”, algunos hablamos de la música que escuchan nuestros hijos, nuestros sobrinos o hermanos, así como de lo que hoy ven en las redes sociales, hablamos de cómo se vistió Almita, de cómo se maquilló o que dice en sus platicas Juan o Beto, sí, si porque aseguramos que eso que ve en las redes no nos gusta pero no lo prohibimos y mejor que este aquí en su celular a que se nos escape a la calle y no sepamos en dónde o con quién anda, mejor que esté en su cuarto porque no le vaya a pasar algo.
Además de que no faltó en los temas platicados el decir que el cuñado no encuentra trabajo, pero seguro este año le va mucho mejor porque el salario mínimo ya subió, ya solo falta que encuentre el trabajo y ya, además hasta nuestros abuelitos estaban contentos porque ya subió la pensión.
Pero alto, alto lo antes mencionado no es una crítica a los ricos momentos recién transcurridos, ni a los temas de las mesas y mucho menos al gobierno. En realidad pretende ser un “toc,toc” está por ahí la gente que se puede dar cuenta que en todas las platicas que amenizaron la las reuniones se encuentra los que vivimos como país; sí, porque en ellas hablamos del gasto, de las cosas para las que nos alcanza y para las que no, de si nos sentimos inseguros cuando andamos en la calle o de que nuestros hijos salgan, de si no hay medicamento o que es lo que alcanzamos hoy, del empleo o el desempleo, de las pensiones o las becas que llegaron al terminar el año anterior, de la escuela pública, de nuestros resultados y permítanme decir que en todo eso hay política, sí política pública, administración y gestión de resultados.
Todo ello es nuestro día a día y parece lejano a los temas de la política y a lo que sucederá este 2024, pero de lo dicho en nuestras mesas todo es en lo global y posteriormente en lo local política y eso es en lo que nos toca reflexionar pues desde hace ya medio año venimos viendo comerciales, platicas, colores, noticias, campañas, precampañas, pre precampañas y más y poco lo llevamos a la mesa con la seriedad que requiere, lejos de la queja o solo crítica. Es necesario entender que no podemos ser apolíticos y decir que nos vale, que ya sabemos quien ganará, que ya todo está dicho o comprado, “no” no debería existir la manera de pensarlo así, porque justamente por el desinterés llegamos a ignorar o no asumir con responsabilidad el hablar de política.
La invitación es a mirar el 2024 desde la importancia que tiene, en donde no es un año de campañas y de políticos, porque la política es o debería ser el medio y las formas para garantizar el cómo vivimos o podemos aspirar a vivir como sociedad, porque es la forma para hacer camino en lo económico, en la seguridad pública, en el sector salud, en el empleo, en la educación, en todos los rubros. No podemos no tener interés en la política porque justo este año tenemos los mayores comicios de la historiade México, se celebrarán elecciones federales y la concurrencia de las 32 entidades federativas. En estas elecciones podrán votar más de 16 millones de jóvenes por primera vez, podrán ejercer su derecho y tenemos por primera ocasión en México dos mujeres aspirantes ser las representantes del poder ejecutivo federal.
Entonces seguramente a lo largo del año tendremos más reuniones y podremos charlar nuevamente con familiares, con los amigos y con los más jóvenes y todos tenemos voz y todos tenemos un derecho y una responsabilidad, así que conviene hablar del 2024 y sus detallito enserio, conviene tener una opinión, tolerar, compartir, conviene a todos involucrarnos en la política y acompañar a aquellos a los que les estamos dando las tribunas porque en gran parte de ellos dependerá de lo que hablaremos en nuestra próxima navidad.
Los Reyes Magos se nos pasaron y nos dejaron a algunos la estela de cuesta de enero, pero con ganitas y con fe, igual y si con mucha fe le pedimos San Valentín que nos traiga amor para nuestro país, este se pueda ver en el interés hacia lo que pasa, cuidándonos, informándonos y no dando el corazoncito a cualquiera, así que como debería ser para todo vayamos poniendo atención y pensando bien con quien pasaremos unos añitos porque uno no se casa pensando ya en el divorcio, por eso pongámonos serios y hablémosle a San Valentín con fe pero sin juegos, porque si todos tenemos la pareja para la que nos alcanza, es probable que tengamos el gobierno y lo que definimos como política para la que nos alcanza.