Tras los resultados de la votación del pasado 6 de junio, es necesario poner en perspectiva la reconfiguración del actual sistema de partidos que tenemos en el país, ya que derivado de la voluntad emitida por los electores, hay 3 partidos que no alcanzaron el porcentaje mínimo necesario para conservar su registro a nivel nacional.
Partido Encuentro Solidario, antes Encuentro Social, logró llevar a cabo las asambleas requeridas por la autoridad nacional para consolidarse como partido; de perfil derechista e ideología de conservadurismo social y con sus principales actores políticos afines a López Obrador, sin embargo, su oferta no fue atractiva para la población.
Fuerza Social por México, con ideología de nacionalismo económico, sus principales actores contaban con un pasado político de diversas organizaciones, sin embargo, expresaron abiertamente el hecho de apoyar a la cuarta transformación a través de los escaños que pudieran obtener, los resultados no le favorecieron.
Redes Sociales Progresistas, con ideología de progresismo social, sus principales representantes se vinculaban directamente con la dirigente educativa Elba Esther Gordillo, aunque esta aseguraba no estar ni afiliada ni tener ningún cargo dentro del partido.
Manifestaron entender al movimiento de López Obrador como un proceso histórico necesario, aun así, la ciudadanía no les expresó su apoyo en las urnas.
Como se observa, los partidos de reciente creación tendían a establecer una alianza con el gobierno en turno si es que obtenían resultados contundentes, configurando a Morena como un partido hegemónico con sus aliados o satélites para tender acuerdos y negociaciones en la Cámara de Diputados.
No obstante, tras las elecciones intermedias, Morena se sigue manteniendo como la primera fuerza política en el país, desplazando por un amplio margen a aquel PRI arrollador antes del 2018 y catalogando al PAN como la segunda fuerza nacional, cuyos resultados fueron favorables en este proceso electoral.
Movimiento Ciudadano está tomando fuerza en el norte del país, presentándose como una tercera alternativa a las figuras tradicionales de poder, con perfiles jóvenes, frescos e innovadores, cuya campaña le adjudicó el triunfo en la gubernatura de Nuevo León y algunos distritos a nivel nacional.
Los demás partidos son simples aliados y colaboradores para las principales fuerzas, cuya manutención corre por parte de la ciudadanía, situación que debería cambiar de fondo al tener partidos con ideas banales, vacías y contradictorias a sus estatutos.
De esta manera nuestro sistema de partidos ha sido movido por parte de la ciudadanía en un ejercicio cívico como lo son las elecciones, su destino y avance se perfilan rumbo al 2024 en donde, una vez más habrán de saber hacer política para poder ofrecer una opción atractiva hacia el electorado o, como ya se ha visto, perecer en el intento.