El tema que acapara todas las charlas de café últimamente es la Reforma al Poder Judicial, unos a favor, otros en contra, exponen, argumentan y debaten sobre el sí o el no de ésta, sin embargo siempre escapa a todas estas charlas lo que le falta a la reforma para ser un verdadero cambio para la justicia Mexicana.
Porque no sólo la Suprema Corte, los tribunales y juzgados son los encargados de la procuración de justicia en México, sino que el poder judicial es una parte de todo el andamiaje del sistema de justicia Mexicano, donde están inmiscuías también policías, fiscalías y el sistema penitenciario. En todo caso la Reforma al Poder Judicial es solamente un paso de los muchos que hay que dar para alcanzar el tan anhelado acceso a la Justicia.
Es indudable que la interconexión entre policía, fiscalía, tribunales y sistema penitenciario es esencial para el funcionamiento justo y eficiente del sistema penal en cualquier parte del mundo y México no es la excepción.
Es por ello que desde la primera línea de acción en la respuesta a delitos y su prevención, (la policía) pasando por la investigación custodia, detención, acusación, juicios y sentencias hasta la recepción de condenados, rehabilitación y reintegración (el sistema penitenciario); resultan fundamentales tener protocolos, sistemas de información, comités interinstitucionales o cualquier otro mecanismo de coordinación, para asegurar la paz pública y el respeto a los derechos humanos de victimas y acusados aspectos cruciales para el mantenimiento del estado de derecho.
¿Cómo? asegurando un sistema judicial imparcial, haciendo que todos los involucrados actúen de manera justa y sin perjuicios, con procesos que no sean excesivamente complicados o burocráticos que resulten simples para que todos los puedan entender y participar en ellos, homologando el trabajo de las fiscalías de las diferentes entidades federativas, coordinando el quehacer de estas con policías y tribunales, hacer que el sistema penitenciario funcione realmente como un sistema de reinserción social y no como una escuela del crimen. Generando mecanismos de atención a las victimas y permitiendo cuando sea posible la justicia restaurativa que tanto le hace falta a nuestro tejido social.
Soy una convencida de que en un futuro cercanísimo se deberá revisar a fondo el actuar de fiscalías, policías, tribunales y sistema penitenciario, involucrando en su red todos los actores y generar proyectos acorde a la perspectiva anticorrupción y mejoramiento real de la política actual, por que de no hacerlo esta reforma al poder judicial está condenada a servir como “vendoleta” en lugar de una cura para la ya muy lastimada justicia mexicana.
Nos leemos en la próxima.
@ErikaSpezia