Esta semana algo pasó, o mejor dicho, alguien empezó a notar que algo pasaba, y ese alguien, son los comerciantes del país.
Hace una semana aproximadamente, las diferentes empresas de paquetería que trabajan en México, empezaron a recibir llamadas telefónicas y correos electrónicos, con quejas y denuncias porque sus paquetes no estaban siendo recibidos, sobretodo aquellos que vienen de importación, es decir, procedentes de otros países.
Esto prendió las alarmas, ya que la única explicación que dan en las paqueterías es que “la aduana está parada” y que ya no les compete a ellos agilizar la entrega de los paquetes, así que no toca más que esperar, situación que ha puesto inquieto y muy enojado a más de un comerciante que está a la espera de que sus productos lleguen para poder comercializarlos.
De acuerdo a varias publicaciones periodísticas se sabe que el fallo está en la Ventanilla Única de Comercio Exterior Mexicano (VUCEM), ya que este servicio se encarga de validar los paquetes y por lo pronto no funciona, lo que ha dado como resultado que tanto las importaciones como las exportaciones no lleguen a su destino final y por ende, el comercio esté literalmente paralizado.
El VUCEM es una herramienta tecnológica que ofrece información digital a las autoridades aduaneras para cumplir con los requerimientos del comercio internacional, por lo que las pérdidas para agentes aduanales, transportistas, clientes y consumidores finales, ya empieza a preocupar a todos en general con esta “caída” de sistema.
Lo más preocupante es que nadie, es decir, ninguna autoridad se ha pronunciado al respecto, las únicas que están informando que algo no está bien son las paqueterías y eso gracias a que los usuarios ya entraron en desesperación ante la falta de entregas.
Algunos sospechan que se trata de un hackeo al sistema de la aduana en México ¿para encontrar qué? Probablemente drogas, armas, entre otras cosas que todos los días entran y salen. Algunos otros creen que es un boicot para empezar a desprestigiar el gobierno de Andrés Manuel, hipótesis que yo creo muy poco original, pudiendo enterrarlo con el tema de seguridad; y finalmente otros aseguramos que dejar en manos de militares el trabajo que es de otros, se empieza a reflejar en pérdidas millonarias, donde los únicos afectados, como siempre, son los que trabajan por sacar adelante el país. Solo falta que las mercancías no sean entregadas y que salgan con que “se extraviaron”.