La iniciativa de reforma eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador que propone ante el Congreso de la Unión que la CFE genere el 54% de la energía eléctrica que requiera el país, además de que el servicio de abastecimiento de energía eléctrica será prestado exclusivamente por la comisión, que podrá adquirirla con el sector privado, cancelando los permisos de generación eléctrica otorgados y los contratos de compraventa de electricidad con el sector privado, además, se cancelan los certificados de energías limpias.
La Cenace se reincorpora a la CFE, mientras que se suprimen los órganos reguladores como la Comisión Nacional de Hidrocarburos y la Comisión Reguladora de Energía, cuya estructura y atribuciones se incorporan a la Secretaría de Energía.
Esta iniciativa establece que no se otorgarán concesiones de minerales radioactivos, litio y demás minerales considerados estratégicos para la transición energética, además de señalar que corresponde exclusivamente a la nación el área estratégica de la electricidad, consistente en: generar, conducir, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica lo cual cancela definitivamente la posibilidad de desarrollar proyectos de generación comunitaria.
El uso de tecnologías caras, ineficientes y contaminantes para generar electricidad significará que aumentará el precio de la luz. El alto costo de generación tendrá que verse reflejado en la tarifa eléctrica que nos llega o en un mayor subsidio, que al final de cuentas sale del dinero público, es decir los impuestos.
En ese sentido, se establece que el Estado “queda a cargo de la transición energética y utilizará de manera sustentable todas las fuentes de energía de las que dispone la Nación, con el fin de reducir las emisiones de gases y componentes de efecto invernadero para lo que establecerá políticas científicas, tecnológicas e industriales necesarias para esta transición”.
Esta modificación puede tener implicaciones también en la generación distribuida, ya que al otorgar al Estado la exclusividad para generación, se cancelaría la posibilidad de que los privados (incluidas las personas en sus casas) puedan generar electricidad, regresando al esquema de monopolio estatal absoluto que existió durante mucho tiempo.
Diciendo en diferentes ocasiones que no podía dejar de formular su propuesta al margen de que contara con los votos suficientes o no, la aprobación de esa iniciativa en la Cámara de Diputados requiere de 331 votos. Morena y sus aliados tienen 278. Les hacen falta 53 para la mayoría calificada, mientras que hubo rechazo a la propuesta por parte del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano. No lo hizo el PRI, que anunció que realizará foros para analizarla.