Es una mujer nacida en Perote, Veracruz, el 10 de noviembre de 1999. Es hija única, su madre como muchas madres en México (soltera), sin embargo con la convicción para poder salir adelante; lo que ha hecho que Ana Pau reconozca que es ella a quién “todos los días la admiro y es a quien considero mi alma gemela”.
Al no tener hermanos se crio con 3 primos hermanos (2 mayores y uno menor) que ha considerado su adoración y sus mejores amigos; “crecí con ellos sabiendo que podíamos ser cualquier cosa. No hay recuerdo en mi mente en el que mi familia no esté presente, somos muy unidos y es algo que me gusta mucho.”
Tuvo una infancia alegre y con mucha motivación al vivir en casa de sus abuelos los cuales eran ejemplo para la comunidad, lo que la ha llevado a seguir esa línea, lograr hacer algo por la sociedad. “Cuando era niña añoraba lograr hacer algo por la sociedad y no por sentirme reconocida, sino por la cantidad de vidas que puedes cambiar cuando eres propositivo y un buen amigo”
Mujer multifacética
Ana Pau describe muchas de las actividades que ha realizado a lo largo de su vida como: clases de piano, de canto, toqué la flauta transversal, clases y talleres de pintura, así mismo práctico basquetbol, soccer y natación. Sin duda es una mujer apasionada por las artes y curiosa por explorar y aprender cosas nuevas.
Mujer extrovertida, buscando el lado bueno siempre, pero a la vez reinventando su lado rebelde y curioso por cuestionar aspectos importantes de la vida como: quienes somos, lo que hacemos y hacia donde queremos llegar.
Lo que más inspira Ana Pau en los momentos difíciles es siempre su familia, su trabajo y sus amigos que son la base de todo lo que ha podido llegar hacer el amor que ellos han compartido con ella puesto que los define como piezas importantes en su proceso y en su carrera. «Ese tipo de amor y apoyo es algo que no puedes comprar, es algo con lo que siempre estaré agradecida y es el recordatorio de que es un mal día, no una mala vida».
La determinación ha logrado que llegue al punto donde esta y no solo eso sino a las aspiraciones y metas que tiene, define su vida como mujer apasionada “Antes sentía que el ser “muy intensa” era algo desagradable y muchas veces me dijeron que era socialmente mal visto, pero la vida es muy corta para hacer y sentir a medias; a mí me encanta explotar el amor y apasionarme por todas las cosas que hago, siento que eso es lo que me diferencia del resto”
Sin duda, es cierto que es una mujer determinada y aguerrida, lo que la posicionan como una mujer inspiradora.
Su palabra es: el liderazgo, y afirma que no es solo considerarse o llevar el título de liderazgo puesto que esto no incluye numero o vistas sino realmente ser un buen ejemplo. Así mismo ella se considera un agente de cambio “yo prefiero considerarme más como un agente de cambio o como un vínculo con la sociedad, comparto la idea de que los logros propios también deben ser colectivos y que todos a nuestra manera generamos cambios en nuestra sociedad, desde mantener nuestro cuarto limpio hasta una propuesta de ley.”
El servicio a la comunidad
Ana Pau expresa que el motivo más grande que tuvo para su profesión fue justamente el servicio a su comunidad, su familia ha pertenecido una Asociación Civil llamada “Club de Leones” donde desde muy pequeña realizaba servicio durante su estancia, se le hacía injusto que la “justicia” solo se viera para gente que pudiera pagar. Durante su primaria siempre le apasionaron materias que tuvieras que ver con leyes, derechos y reglas, expresa que fue ahí cuando supo que quería ser abogada. Años adelante, en la licenciatura, encontró un nuevo enfoque de la política con el cual se encuentra ejerciendo aquel sueño y anhelo que tuvo hoy expresa “la justicia no es solo para quien puede pagarla, la justicia es para quien la necesita y no debe someterse a ninguna condición.” A pesar de que su madre se encuentra preocupada por los temas políticos, Ana Pau mantiene firmeza a sus valores, a lo que quiere hacer y que lo hará con los valores que ella le inculcó. Su meta es clara: “el relevo generacional si existe, si es posible y que estamos, y estoy, preparada para darle la cara y respaldarlo con ardua labor.”
“Lucha contra la ansiedad”
Sin duda el reto más grande que ha enfrentado es aprender a vivir con ansiedad y con comentarios de las personas que minimizan la gravedad o veracidad de este trastorno. Hay personas como yo que nacemos o que ciertos aspectos de nuestro entorno que nos hacen así. Eso no quiere decir que no seamos personas funcionales. No me gusta llamarlo una “lucha contra la ansiedad” porque es cansado luchar contra algo y llegar al mismo punto de partida todas las veces.
El segundo reto que se enfrentó fue el cambio de estado, a sus apenas 15 años decidió estudiar en Puebla capital pues considera que el nivel preparatoriano era mejor para las aspiraciones que ella tenía, sin embargo fue un reto que sin duda fue difícil de afrontar desde discusiones internas, familiares hasta la costosa adaptación.
Y por último pero no menos significativo el contagio de Covid de ella y su familia y con ello afrontar la muerte de un ser tan querido como lo fue su abuelo.
Compartir “el éxito”
Comparte que su mayor pasión en la vida es “crear oportunidades”. En una sociedad donde los que suben son obligados a bajar por la competencia o la envidia de las personas ella ve la oportunidad de subir y en lugar de hacer descender ayudar a subir a otros, Estaría increíble que en lugar de espantarse por la vida adulta existan mas personas que la hagan un poco mas sencilla y nos comparte: “No todos los obstáculos son malos, no todas las derrotas son negativas, debemos aprender a darle un enfoque diferente a las cosas y como dicen, tomar de lo malo lo bueno; crear esa oportunidad donde nadie la ve o donde muchos no se animan a hacerlo.”
“Alma, corazón y vida”
Es la filosofía que define a Ana Pau expresa que “Son las 3 cosas que más valoro y que siempre entrego con mis seres queridos, en mis sueños, en mi trabajo, en todo.”
Alma: que, aunque no se puede ver, sabemos que existe y que la tenemos. Es la parte de la fe que siempre tengo presente.
Corazón: El órgano vital de nuestro cuerpo y también la representación del amor. Para mi es el
claro ejemplo de que, así como es importante tener todo respaldado por hechos, también lo es el confiar en lo que sientes, en esas “señales” que no puedes explicar pero que sabes que debes hacerles caso.
Vida: Los días son contados, y aunque podemos vivir 100 años o 10 lo importante es dejar una huella que trascienda.
Lo que una llamada con la persona correcta puede lograr.
Ana Pau cuenta que el auge más importante que tuvo fue cuando inició trabajado -por amor al arte- para la actual Rectora de Buap , la Dra. Lilia Cedillo. Ana Pau graba contenido para redes sociales cuando la invitaron a participar en la campaña, y cuando la Dra. fue nombrada ganadora, creyó que su estancia terminaría, sin embargo fue tan bien reconocido su trabajo que 3 años después sigue contribuyendo en la universidad a lado de estudiantes de diversas carreras e instituciones.
Ser perseverante y no perder el enfoque de lo que quieres hacer
Es el consejo que Ana Pau da para todos aquellos que día a día luchan por conseguir sus objetivos. «Plantéate tu lucha y pon los pies firmes sobre la tierra porque siempre va a ser más importante lo que tú pienses de ti, que lo que los demás piensan».
«El camino no va a ser fácil, pero vas a aprender muchísimo y no tienes por qué recorrerlo en soledad, rodéate de personas que tengan las mismas ganas de hacer una revolución como tú, pero, sobre todo, que te valoren por la persona que eres y que te sean leales. La lealtad es lo más valioso y lo más importante».
Una amiga que estuvo ahí apoyándoles y queriéndoles en todo momento
Son las palabras con las que Ana Pau le gustaría ser recordada siempre, puesto que no solo quiere que hablen de lo que aporto a la sociedad, sino de la persona, amiga, mujer que estuvo frente apoyando y luchando con las personas que lo necesitaban un mujer que ama la vida, guerrera y referente. Dicen por ahí que las personas mueren cuando ya nadie las recuerda. “Pensar que nuestro legado es solamente algo tangible, es el mayor error que puede tener esta sociedad; tu legado también debe ser las personas con las que convives y que ellas te recuerden con aquel cariño y admiración, que cuando hablen de ti lo hagan como si hubieran descubierto un nuevo planeta. Eso quiero yo, ser un planeta en todas las personas que conozca a lo largo de la vida y que mil años después sigan hablando de mi como si fuera la primera vez que lo descubrieran».