A propósito de la FIL, hace un mes presenté mi nuevo libro en la Cumbre Mundial de Comunicación Política, celebrada en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, donde además dicté mi tradicional conferencia, que comparte el nombre de esta columna, Lecciones sobre elecciones, por cierto, como ya les platiqué, premiada este año como la mejor en su género, con un Napolitan Victory Award, en Washington, D.C., una especie de Óscar en el mundillo de la comunicación política.
La obra, de la que soy coautor, lleva por nombre Consultoría Política Profesional, es publicada por la Asociación de Consultores, Estrategas e Investigadores Políticos, ACEIPOL, y toca distintos temas relacionados con la investigación, el periodismo, la comunicación institucional y gubernamental, las redes sociales y la era digital, así como la reconfiguración política en el continente, entre otros temas inherentes a las elecciones, la democracia, los partidos políticos y los gobiernos.
Estuve a cargo del prólogo y del capítulo titulado “48 Lecciones sobre elecciones”, que compila una serie de entregas de igual nombre y que abarca un año completo entre los procesos electorales en México, de junio de 2022 a junio de este año.
Dicha serie está inspirada en el famoso best seller de Robert Greene “Las 48 leyes del poder” y escudriña, tanto en la política mexicana, como en la región y el resto del hemisferio, buscando paralelismos, coincidencias y divergencias con los postulados del multicitado autor.
Seguramente, mis lectores recordarán más de algún capítulo y notado la reiterada alusión al autoritarismo del decadente gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, quien en el ocaso de su mandato se enfrasca en un abierto y vulgar pleito callejero en contra de la comunidad universitaria local y de sus polémicos líderes, Raúl Padilla, mejor conocido como el Licenciado y su encargado de despacho, el rector Ricardo Villanueva, quien fuera derrotado por el propio Alfaro hace unos años cuando ambos contendieron por la alcaldía de Guadalajara, aprovechando como campo de batalla el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, número dos en el mundo, (después de la de Fráncfort, Alemania), auspiciada por la Universidad de Guadalajara, que no por el Gobierno de Jalisco, pues a este solo le toca, por ley, ministrar los recursos que el congreso estatal apruebe a favor de esta y a otras instituciones públicas y organismos autónomos o desconcentrado de la administración pública estatal.
El iracundo gobernador llegó al grado llamar a Padilla “Mafioso”, al tiempo que ríos de sangre brotaron de entre sus labios, al parecer, por haberse mordido accidentalmente la lengua.
Así ni ganas dan de ir, ya no a la Expo Guadalajara a presentar o comprar un libro, sino a Jalisco a presenciar tan lastimoso espectáculo. Lo bueno es que ya se van. Dios nos libre de su malsana presencia y carencia de inteligencia emocional, producto, seguramente, de la atrofia de uno de los lóbulos prefrontales que rigen el temperamento y regulan los impulsos violentos provenientes de la amígdala y el cerebro reptiliano, tan primitivos como quien encabeza el desastre que impera en Jalisco.
Marco Sifuentes es consultor y estratega político, además de columnista, catedrático y conferencista internacional.
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