EL actual presidente de Colombia Gustavo Petro enfrenta a diario múltiples señalamientos por parte de la oposición, por su improvisada manera de tomar decisiones que rompen los esquemas de lo que venían trabajando en los anteriores gobiernos. La reforma a la salud, los contratos laborales de prestación de servicios hacen parte de la agenda de opinión, en la que contradictores lo definen como un total desacierto para la economía y estabilidad del país.
Esta semana el foco de atención fue otro, todos los medios de comunicación en horas de la noche anunciaron que el presidente solicitó formalmente la renuncia protocolaria de varios de sus ministros. Recordemos que, en meses anteriores, el exministro de educación Alejandro Gaviria y la exministra del ministerio del Deporte María Isabel Urrutia, se adelantaron y también anunciaron su renuncia al cargo. Pero esto no es todo; congresistas de derecha exigían de igual manera la renuncia de Irene Vélez Torres, ministra de Minas y Energía, quien es filósofa de profesión, quien no hizo parte de este revolcón, se mantiene en su ministerio, a pesar de ser calificada como persona no apta para este cargo.
Los colombianos buscaron una nueva alternativa con el anhelado” gobierno del cambio “, ya que los resultados de los años anteriores, no se adaptaban a la realidad de todos los sectores económicos del país, pero es evidente que los extremos no son buenos, por un lado, transitábamos en un gobierno de derecha estable, pero sin avances significativos y ahora nos enfrentamos a uno de izquierda, en el que sus mismos dirigentes no tienen una ruta clara, caracterizado por su sorprendente manera de tomar decisiones drásticas y contundentes.
Una vez más somos los colombianos los que quedamos en el centro del debate, en medio de señalamientos incansables entre opositores, entre cantidades de trinos llenos de desprestigio, entre partidos políticos e interminables marchas, pero esta vez protagonizadas por la derecha, los mismos que decían anteriormente que salir a las calles era un despropósito. Vivimos de un lado para otro evidenciando peleas entre congresistas, siempre somos nosotros los ciudadanos, los que caemos nuevamente en el desamparo, en la impotencia de no saber qué pasará, porque a los que les dimos nuestro voto de confianza, están ocupando el tiempo en discusiones internas, odiándose entre derecha e izquierda, división que desploma cada vez más lo que queda de este país.
Karen Vera Ángel
Comunicadora social y periodista
Especialista en comunicación educativa.