Dentro del Derecho, se encuentra una rama fundamental encargada de salvaguardar las creaciones de la mente, hablo de la Propiedad Intelectual, esta será la responsable de proteger tu intangible más valioso.
Si eres un emprendedor o empresario, debes saber que la posesión sobre la imagen de un negocio no sólo se tiene cuando adquieres todos tus tangibles para montarlo, sino cuando llevas a cabo el registro de tu marca.
Es normal que, al emprender un proyecto nuevo, enfoques tu atención en todos los recursos que necesitas, sin saber que la prioridad es registrar tu marca ante las instituciones pertinentes, esto le dará una imagen de confianza y seguridad hacia tus clientes y prospectos, pero también, será la forma de respaldar tus ideas, tu economía, tus sueños, tus procesos y creatividad que te motivaron a emprender en el sector de los negocios.
La Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial define a la marca como:
‘’Todo signo perceptible por los sentidos y susceptible de representarse de manera que permita determinar el objeto claro y preciso de la protección, que distinga productos o servicios de otros de su misma especie o clase en el mercado ‘’.
Una Marca registrada te va a diferenciar de entre tus competidores que ofrezcan sus servicios o productos iguales o parecidos a los tuyos. Una marca va a ser todo signo visible, compuesto por un nombre o logotipo, siendo este tu carta de presentación hacia el público que quieres captar.
Será el reflejo de tu negocio y de los creadores de la misma, es por eso que es recomendable acudir con un experto en Branding para lograr crear una marca con la cual conecte el producto o servicio con los creadores o creador del emprendiendo, proyecte lo que se desea hacia su público meta, cuidando siempre su originalidad y autenticidad.
Todos los derechos sobre el nombre, concepto e imagen de tu empresa inician cuando tú realizas el registro, de lo contrario, no importará cuánto hayas invertido en tiempo, dinero y esfuerzo para construir el concepto, pues alguien más puede hacer uso y registro de él, sin importar que la idea e imagen sea tuya, porque legalmente no es de alguien hasta que se realice un registro legal.
Cuando no tienes el poder legal sobre el nombre de tu marca, corres el riesgo de que alguien usurpe tus productos, marcas o servicios, haciendo mal uso de la imagen.