La reciente controversia que causó la BUAP, luego de anunciar a Esteban Arce como conferencista para la campaña universitaria antidrogas y salud mental “No te pases”, puso nuevamente al debate digital a la famosísima “generación de cristal”, esos que se ofenden de todo y a todos cancelan; o más bien, esos que ocupan su voz para no tolerar ningún tipo de violencia.
Tanto organizaciones de la sociedad civil, como los mismos estudiantes, se manifestaron física y digitalmente hasta lograr que la casa de estudios cancelara el evento y esto no le gustó nadita al señor Arce, que solo se limitó a decir, “La ignorancia es temeraria”; y sí, pero la de él.
El rechazo no viene sin fundamento. A lo largo de los años, Arce no solo se ha dedicado a “comunicar” desde un humor que se podría describir -para no herir sensibilidades- como «irreverente» (entendido en ciertos círculos como «ya, no te ofendas, es broma»), sino que abiertamente ha utilizado su espacio de alcance nacional en Televisa para vomitar verbalmente comentarios homofóbicos, misóginos y clasistas.
El tamal terminó siendo picante para ambos lados. Aquellos que aplaudieron la cancelación de la conferencia vieron en ello una victoria contra el discurso de odio. Otros, por el contrario, lo vieron como un ataque a la libertad de expresión, y/o la imposición de una ideología progre, pues Esteban Arce defiende una postura más conservadora.
Uno de estos personajes atacados por la protesta pacífica de la comunidad BUAP, fue Don Ricardo Salinas Pliego, quien pese a ser un empresario putrimillonario que nunca ha comprado una tele a plazos de 28 años en elektra, parece tener mucho tiempo para dar clases de «cómo enfrentar el mundo real» en 280 caracteres.
El dilema aquí no es si los jóvenes son «demasiado sensibles» o «intolerantes», como a veces se argumenta. El verdadero quid del asunto es analizar quién merece tener un espacio en el pódium académico. Las universidades son cunas de formación y reflexión. ¿Deberían, entonces, ser plataformas para posturas que perpetúan estigmas y prejuicios?
Y bueno tampoco hay que ser hipócritas siendo socialmente correctos por convivir con la chaviza. Nosotros los que nos chutamos toda la barra de televisión de Televisa y Tv Azteca, los que nos educamos con telenovelas, caricaturas no aptas para niños y comedia machista, racista, clasista… y todas las fobias, aún nos reímos con ese humor negro. Pero hay una gran diferencia entre disfrutar de ese humor en privado y servirlo como un platillo oficial en una institución educativa.
Por supuesto, la libertad de expresión es un pilar fundamental en cualquier sociedad democrática. Sin embargo, esa libertad viene acompañada de responsabilidad. Y aquí radica el debate: ¿dónde trazamos la línea entre permitir la diversidad de opiniones y proteger a la comunidad estudiantil de discursos potencialmente dañinos?
Para los jóvenes, decir «no más» a voces que perpetúan la discriminación, el machismo, y la homofobia les cuesta que, los “un poquito más rucos” los tachemos de ser de “cristal”. Porque somos generaciones que nos aguantamos mucho abuso, segregación y violencia y aún así logramos sobrevivir -con alguno que otro trauma, muertos por dentro, pero de pie como animales disecados-
Esto nos lleva a un punto crucial: los jóvenes de hoy están más informados y conectados que nunca -gracias twitter por eso. Para muchos, el silencio frente a la discriminación no es una opción. Su resistencia al discurso de odio es una combinación de acceso a la información, conciencia social y una actitud proactiva hacia el cambio. Es una respuesta a décadas de lucha por derechos que muchas veces fueron negados o minimizados.
Con la campaña “No te pases”, la BUAP intenta contribuir al bienestar de los estudiantes. Pero ¿se está logrando realmente ese objetivo al invitar a un comunicador con un historial tan controvertido?
Y ya para acabar, ya que estamos hablando de personas que dicen muchas cosas incorrectas, que no le temen ni la cancelación ni al linchamiento, aprovecho este espacio para saludar a alguien que hoy celebra su cumple: hola.
Hasta aquí el chisme, lo viral, el tamal con crema… y también con pasas.
Tamalito azul, solo por hoy.
Con crema y con pasas
Por Adriana Colchado @Tamalito_rosa