Uno de los temas más preocupantes para las autoridades, organizaciones civiles y agencias internacionales que trabajan en la asistencia, protección y acompañamiento de las migraciones, es el grado de vulnerabilidad física, mental y emocional que las niñas, niños y adolescentes en contexto de movilidad sufren durante su trayecto.
Es indispensable entender que, los factores que orillan a un menor a salir de su país con o sin la compañía de sus padres o tutores, significa para ellas y ellos pelear por proteger su propia vida ante contextos de violencia y/o ante situaciones de pobreza e inequidad social en materia de acceso a la salud, alimentación, vivienda, educación y trabajo. Sin embargo, los riegos que atraviesan durante su traslado son iguales o mayores que las condiciones que vivían en su país de origen.
El informe “Niñas, niños y adolescentes migrantes en situación migratoria irregular, desde y en tránsito por México” (2022) de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación, señala que alrededor del 26% de los menores en contexto de movilidad por México viaja sin compañía de sus padres o tutores; aumentando la posibilidad de ser víctimas del crimen organizado, abusos de autoridad, discriminación social.
Se llega a considerar que esta problemática compete únicamente al gobierno federal, no obstante la detección de estos grupos por las autoridades, instituciones y organismos locales es fundamental para generar mecanismos de atención, protección y acompañamiento.
De acuerdo con el artículo art. 11 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, toda persona tiene derecho para entrar en la República, salir de ella, viajar por su territorio y mudar de residencia. Toda persona tiene derecho a buscar y recibir asilo; asimismo el art. 33 de dicho documento también establece que las personas extranjeras podrán gozar de los derechos humanos y garantías que reconoce esta Constitución.
En resumen, una persona migrante también debe tener acceso a la seguridad y justicia, derechos humanos fundamentales. Sin embargo, aun cuando el marco legal contempla esta necesidad, es indispensable señalar que existe de crear otras herramientas para ejecutarla, es decir, contar con protocolos y capacitaciones que en primera instancia sirvan para identificar a las infancias en movilidad con sin acompañamiento.
El primer paso es visibilizar la problemática, por esta razón desde la Comisión de Atención de las Migraciones de la LX Legislatura, se está llevando a cabo el “Curso Crítico: Marco Jurídico Aplicable en Asilo y Protección Internacional en México”, el cual es una iniciativa del Grupo de Trabajo sobre Política Migratoria (GTPM), en conjunto con la Cámara de Diputados LXV Legislatura, ACNUR México, CAMMI, GIZ, la UAQ, Benemérita Universidad de Oaxaca, entre otros. Los invito a sumarse a este noble proyecto y conocer a fondo la realidad de las migraciones.