La diputada de la LXV legislatura federal, Julieta Ramírez Padilla lanzó un enérgico llamado para acabar con los privilegios desmedidos que gozan los ministros de la Suprema Corte, y refirió como urgente una reforma del Poder Judicial.
“El tribunal se ha convertido en una vulgar trinchera de la derecha”, señaló la legisladora, además de referir que el comportamiento del Poder Judicial se contrapone de manera constante a las reformas emanadas de la voluntad popular.
“Restituyeron a Edmundo Jacobo como secretario ejecutivo de INE, invalidaron una parte del plan B de la reforma electoral, invalidaron el traslado de la Guarida Nacional a la Sedena, absolvieron a Rosario Robles, liberaron las cuentas de la esposa de Genaro García Luna”, expresó dentro de su argumento en sesion de pleno.
Además, hizo hincapié en que la actual presidenta de la SCJN, Norma Piña, contrató a Sonia Vargas, como administradora, a pesar de que ella ayudó a García Luna a desviar más de 71 millones de dólares.
“Y ahora se dedican a obstruir las obras estratégicas del presidente,-¿Por qué?, ¿A qué le temen?-, muy fácil, a perder sus privilegios, expresó.
Julieta Ramírez refirió que el Poder Judicial se opone de manera tan clara y directa a las políticas austeras y de cambio es porque temen perder sus privilegios, y, por lo tanto, sirven a sus intereses y no al pueblo mexicano.
Después, procedió a exhibir los privilegios y los lujos excesivos del Poder Judicial que -dijo- se costea a partir del erario: sueldos de más de 300 mil pesos mensuales, aguinaldos de 600 mil pesos, gastos en restaurantes de más de 700 mil pesos anuales, carros blindados, 6 celulares de alta gama por funcionario; entre otros.