LA PROTECCIÓN EN EL PARTIDO DEL PODER

Táctica Política

Hay imágenes que pueden representar en lo que se está convirtiendo este país. La imagen de David Monreal, candidato de Morena al gobierno de Zacatecas, tocando el trasero de Rocío Moreno, la candidata del mismo partido en el municipio de Juchipila, en el estado de Zacatecas, es un ejemplo perfecto. No hay duda de que Monreal comete un abuso. No hay justificación alguna para el gesto. La sorpresa de la señora Moreno es evidente: no espera que un hombre se le acerque por detrás y le toque el trasero. David, hermano de Ricardo Monreal, operador de AMLO en el Senado, y, presuntamente, en la lista de los presidenciables, ambos miembros de una familia que por décadas ha estado envuelta en delitos de toda índole, que van desde el secuestro hasta el narcotráfico. Hoy cobijados por la sombra del inquilino de Palacio Nacional, son capaces de cometer todo tipo de abusos sin ser cuestionados, en la más completa impunidad.

Ricardo Monreal declaró que, si pierde las elecciones del próximo 6 de junio, Morena reformará el INE. Monreal insulta y castiga a los ciudadanos con esas declaraciones. Abusa de la presencia que tiene en los medios para amenazar a la democracia. Como ciudadanos mexicanos tenemos derecho a elegir a quien mejor nos parezca. Nada ni nadie puede obligar a los ciudadanos a votar por Morena. La libertad existe porque se ha derramado mucha sangre para conseguirla. Quizá en Morena existan miembros que permitan abusos con el fin de llegar al poder, de tener su añorado hueso, pero México no es así. Los mexicanos tenemos dignidad, y nuestra dignidad no se vende a ningún precio.

El viernes pasado en el Estadio Cuauhtémoc de la cd. de Puebla, se presenta otra imagen muy representativa. Un aficionado pateando indiscriminadamente a una mujer que, indefensa, tratada de cubrir su cuerpo ante la salvaje agresión. El agresor resultó ser identificado como Javier Álvarez, un empleado de Morena en la Cd. de México, hermano de Emiliano Álvarez, delegado de programas sociales de la Delegación Gustavo A. Madero de la misma ciudad. Más allá de la artera agresión, hay que preguntarse, ¿qué anima a estos sujetos para actuar de esa forma y saber que saldrán bien librados? ¿será que se sienten protegidos por el partido en el poder?

A estos casos de abuso se suma el del diputado poblano por Morena Saúl Huerta, que, en otra imagen de impunidad, utiliza su fuero para liberarse de las acusaciones de un menor de edad. A estas acusaciones se han sumado otras más durante el fin de semana. En un principio, lejos de condenar el abuso sexual a un menor de edad, diputados de Morena lo defendieron diciendo que los hechos habían sucedido “fuera de su horario de trabajo”. Conforme la presión por parte de la opinión pública, se determinó expulsarlo del partido y desaparecer su fuero para que pueda ser enjuiciado. Sin embargo, el daño ya está hecho, y todavía hay muchas dudas respecto a sí, por lo menos esta vez, se va a hacer justicia. Esperemos que estos casos no queden en el olvido como tantas promesas de justicia que promete la cuarta transformación y que han quedado solamente en eso, promesas vacías que solamente se dicen al aire con fines puramente electorales.

A estos casos de abuso se suma el de otro poblano también militante de Morena: Gabriel Biestro, acusado por su chofer de acoso y hostigamiento sexual. Tenemos también los casos de Guillermo Villaseñor, Rubén Barroso y Alfonso Vázquez, todos aspirantes a Diputados por Morena y todos con denuncias por abuso sexual y delitos similares, obviamente Félix Salgado Macedonio. Tenemos a los miembros de una secta sexual afamada a nivel mundial, estos son Clara Luz Flores, candidata por Morena al Gobierno de Nuevo León, y, por supuesto, el presidente de Morena Mario Delgado. 

Un violador, un manoseador, un pederasta y una secta de protectores nos hacen recobrar conciencia de la imperiosa necesidad de prevenir, denunciar y castigar todo tipo de violencia de género contra las mujeres, contra los jóvenes, contra los niños, contra todo aquel que sea a pretenda ser abusado por cualquier persona. Este es un país machista con un gobierno indolente, que se vuelve cómplice de la impunidad, que normaliza los abusos sexuales y de todo tipo, un gobierno compuesto por las peores personas de la clase política del país.  

Hay otro tipo de abusos, abusos de poder. La familia de López Obrador es de origen español, de Santander específicamente, se nota en sus rasgos más que en sus apellidos. Pues una prima del presidente ha sido registrada como candidata indígena a una diputación. El registro de Manuela Obrador, prima del presidente, para ser candidata a diputada, había sido impugnado debido a que no pertenecía a un grupo originario, a un grupo indígena. Sin embargo, días después, el Tribunal Electoral, ratificó su candidatura. La prima de AMLO no es indígena, no habla la lengua, pero se identifica como tal y se le da su candidatura indígena, con reproche de la comunidad originaria. De poco sirve comparar el color de piel, cuando el poder lo da un apellido. El apellido del que está en un palacio. Esto es solo otra muestra de que los privilegios y la corrupción no sólo no se ha terminado, si no que han crecido de manera alarmante. Este gobierno si fue un verdadero cambio hacia el desastre y la destrucción de una gran nación. Ahora es normal que un pariente de López Obrador abuse del sistema y los órganos de gobierno. Recordemos a Pío y a Felipa, hermano y prima del presidente.

¿Ahora cómo justifican lo que ha pasado? ¿Los del PRI nalgueaban más? ¿Los del PRI eran más pervertidos? ¿Los del PRI violaban más? ¿Las candidatas del PRI se dejaban manosear más? O simplemente guardarán silencio y se volverán cómplices. Como sociedad, sí tenemos el deber moral de señalar y condenar los abusos. Este gobierno no es el reflejo de nuestra sociedad, este gobierno es el reflejo de un presidente abusivo, con una moral deteriorada, capaz de defender a narcotraficantes y violadores, con la sola condición de que sean fieles a su voluntad.

El mensaje que envía López Obrador a los miembros de Morena es: ustedes por ser leales a mí, pueden violar, abusar de quien sea cuando sea, no importa que los estén filmando, desde Palacio Nacional vamos a negar todo. Pueden mentir, amenazar, golpear a mujeres indefensas y, de todas formas, voy a defenderlos.

El presidente Andrés Manuel López Obrador pavimentó el camino de la inmoralidad. Ahora, como sociedad, nos toca tapar esos caminos, denunciar a los abusadores, denunciar la corrupción, levantar la voz sin miedo, porque este es nuestro país, esta es nuestra sociedad, y tenemos que defenderla.

He visto a muchos arrepentirse de haber votado por AMLO. No he visto a nadie arrepentirse por no haber votado por él. Así de simple. Acabar con el abuso y la impunidad está en nuestras manos.

Martha Berra.

Comunicóloga.

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