Este miércoles, el presidente Andrés Manuel López Obrador abordó una vez más las implicaciones que tendría para México el cierre de la frontera con Estados Unidos. “Es imposible cerrar la frontera, esto para tranquilidad de la gente”, ha dicho el mandatario durante su conferencia matutina.
Estas declaraciones surgen en respuesta a la orden ejecutiva del Gobierno de Estados Unidos que busca reducir el número de asilos y evitar que los migrantes crucen la frontera con México. La medida, anunciada cinco meses antes de las elecciones presidenciales, busca influir en las demandas del electorado que exige acciones más restrictivas frente a la crisis migratoria.
El presidente mexicano ha evitado hacer una valoración de la medida y ha asegurado que Biden y él tienen “muy buena relación” y que están en constante comunicación. “Somos respetuosos con las decisiones que toman en Estados Unidos, tenemos que respetar las soberanías”, ha dicho el mandatario.
Las declaraciones llegan después de que Estados Unidos ordenase restringir las peticiones de asilo cuando se supere el umbral de 2.500 detenciones al día y cerrar la frontera con México. La medida que golpearía de lleno las relaciones comerciales y económicas entre ambos países. Cada día más de un millón de personas cruza la frontera de manera documentada.
López Obrador ha aprovechado esta nueva situación para exigirle a Estados Unidos dos cosas: la regularización de más de cinco millones de mexicanos que trabajan indocumentados en territorio estadounidense y un plan de inversión destinado a los países de origen de los migrantes.
