Su infancia fue un poco complicada. Es hija única y fue criada en el seno de una familia paterna sumamente machista que condicionó a su mamá desde el momento uno en el que supieron que estaba embarazada. Sin embargo, su mamá y papá siempre la criaron con valores pese al entorno hostil en el que creció. De niña sus pasatiempos eran leer, ver caricaturas y contemplar el paisaje desde su ventana.
Gracias al entorno en el que se desarrolló, no creció como cualquier niño o niña a su edad, pese a esto sus padres siempre procuraron darle lo mejor. Lo que más añora sin duda alguna son esas tardes de juego con sus primos maternos en Veracruz, extraña esos días donde corrían entre las milpas jugando a las escondidas, la hacían sentir libre y fuera de peligro.
Una mujer multifacética
Su personalidad es definida por ser multifacética, ya que le encanta ser muy espontánea y saber de todo lo que pueda aprender, no le gusta encasillarse en un molde absoluto, pues le encanta tener ese lado camaleónico que las demás personas perciben. Por lo general, no le gusta decir abiertamente sobre cómo me percibo para dar una primera impresión, esa mejor que se la lleven los demás cuando la conocen.
Lo que la motivo a elegir su profesión fue el impulso de su madre, ya que ella siempre le da esos empujoncitos para continuar cada vez que hay un obstáculo, ella la ha encaminado a sus sueños y nunca ha dejado de apoyarla. En realidad, ella siempre quiso estudiar Relaciones Internacionales, así que principio de su carrera renegaba de ella, sin embargo, decidió hacer las paces con ella misma y continuar el camino que ya había trazado desde que inició la universidad. Actualmente ahora se encuentra acabando la licenciatura en Derecho a la par de iniciar la de Relaciones Internacionales. Su mayor logro hasta ahora es tener el cariño de la gente. A María José no le importan tanto los éxitos o reconocimientos, porqué al final del día siempre se pregunta: “¿Qué es Majo sin eso?” y con orgullo se responde que mucho, porque siempre prevalece en ella las intenciones genuinas.
El camino del conocimiento es la que la ha posicionado en donde esta
María José se ha enfrentado a demasiados retos fuertes en su vida. Pero sin duda el reto más difícil por el que ha cruzado y cruza, son sus crisis de ansiedad, pues lo que lo hace difícil es la prolongación y la permanencia que tiene en su vida. Estas crisis han alterado totalmente su percepción sobre las cosas, ya que pierdes el control, es como ver todo el caos imaginario en cámara lenta.
Su mayor pasión en la vida sin duda alguna es aprender: “la vida es conocimiento, y entre más aprendes te das cuenta de que más desconoces”. Esto la ha animado a salir de la zona de confort, ya que la ha llevado a percibir la vida de forma diferente, de manera ecléctica, es decir, incluye conocimientos de distintas disciplinas que la ayudan a ser diverso en tu postura.
“La suerte es de quien la busca” su mantra de vida
“La suerte es de quién la busca” es su filosofía de vida, “muchas veces mal llamamos suerte a lo que realmente es un éxito. Para alcanzar el éxito debes ser persistente, no soltar la misión ante el primer obstáculo que se te cruce en el camino”. María José comenta que puedes fracasar muchas veces, pero apuesta que el alcance del éxito obtenido será más grande en comparación a esos tropiezos. Entonces hay que tener mucha fuerza de voluntad y disciplina para conseguir objetivos y después de ello buscar otras áreas de oportunidades, no solo limitarnos a cosas específicas. Recordemos que somos dinámicos y nuestras necesidades e intereses también cambian con el paso del tiempo.
Ella considera que a veces no hay motivo, algo que inspire o seguir nada en los momentos difíciles, porque en momentos de crisis difícilmente vas a mantener tu fe en algo o en alguien. Por muy curioso que suene, a María José lo que la ha mantenido de pie en esas situaciones, ha sido una mezcla de resiliencia, “no puedo decir que la base es solamente amor, apoyo y cariño”.
Su autoestima, su mayor arma contra la vida
Su mayor fortaleza sin duda alguna es su autoestima. Durante muchos años atrás dudó de sus capacidades como mujer y como persona. No obstante, el haber sido víctima de bullying en la secundaria y víctima de otros patrones de violencia durante su niñez, con el contraste de ahora que es mayor y que ve las situaciones desde otra mirada, puede entender cómo reaccionar en ciertos escenarios. Ahora se considera una mujer segura, una mujer que no trata de encasillar en estándares, “simplemente me expreso como soy en el momento”. También menciona que puede cometer errores y es sano para la misma autoestima poder reconocerlos y trabajar en ello, aunque sea una labor compleja. Han sido muchos los eventos que han sido significativos en la vida de María José, pero para ella el más valioso fue cuando tuvo la oportunidad de viajar al extranjero para representar a México. En esos momentos se sintió la persona más afortunada del mundo, porque se abría a un espacio desconocido en donde no solo iba ella, iba con ella la carga de ser mexicana, lo que implicaba que tenía que saber representar a sus raíces. “Sin duda alguna esa experiencia marcó un antes y un después en mi vida, no solo profesional si no también, personal”.
Hacer las cosas es el primer paso para María José, una mujer de retos
El consejo que ella le daría a alguien que está luchando por sus metas es simplemente hacerlo, hacer incluso cuando todo el mundo te dice que no. A veces la incertidumbre hace que se nos escapen grandes oportunidades. Muchas veces la incertidumbre se construye a partir de creencias que están un poco alejadas de la realidad, porque están viciadas de otras experiencias que no son similares a las nuestras, pero que los demás ponen de ejemplo para intentar frenar una decisión, cuestión que también es válida porque general mente los padres son los que se enfrentan a esos miedos, no por querer ver truncados a sus hijos, si no por evitar que algo malo les pase. No obstante, siendo uno mayor de edad, entonces estamos en posibilidad y total derecho de forjar nuestro criterio para empezar a tomar decisiones, eso sí, sin descuidar las consecuencias de estas, por ello, es que debemos hacer las cosas, por las mismas experiencias. “Las experiencias construirán un mayor criterio para tomar mejores rumbos a futuro.”
“Le diría que no hay nada malo en ella, y que siga así, que estará en unos años muy orgullosa de sus logros, que vaya a su tiempo, que lleve sus procesos” son palabras que María José le diría a su ‘yo’ de la infancia.