En todo el mundo, principalmente en Latinoamérica, se ha observado una mezcla de factores que impulsan el flujo migratorio, entre los cuales sobresale el alarmante incremento de la violencia e inseguridad; además de los altos índices de pobreza e inequidad social en materia de acceso a los servicios de salud, vivienda, educación y trabajo digno. Ante esta situación, México se ha posicionado como un país de suma importancia en el origen, tránsito, destino y retorno de personas en contexto de movilidad.
Asimismo, en los últimos años se ha detectado un incremento considerable en el número de personas solicitantes de refugio y asilo en nuestro país, debido a que México ha adquirido un compromiso en el ámbito internacional para la protección de personas desplazadas por contextos de violencia (Pacto Mundial sobre los Refugiados, 2018). De acuerdo con ACNUR México, el año pasado México se mantuvo entre los países con mayor número de solicitudes de asilo, al registrar 118,756 solicitudes.
En este sentido, uno de los sectores más vulnerados son las niñas, niños y adolescentes sujetos a protección internacional; quienes de acuerdo con ACNUR México, en su mayoría no están siendo identificados por las autoridades, instituciones u organizaciones competentes y por ende, no reciben el resguardo y acompañamiento necesario para su integración social, exponiéndose a situaciones como: explotación laboral, sexual, tráfico de órganos, discriminación, abandono, entre otras.
Por esta razón, el generar marcos legales para la protección de personas desplazadas por contextos de violencia es una prioridad y una acción que compete a los tres niveles de gobierno, ya que de esta manera podemos salvaguardar sus derechos humanos y garantizar que reciban atención durante su proceso de integración social, económico y cultural. El primer paso es visibilizar la problemática para crear conciencia social y así, trabajar en la construcción de políticas públicas integrales.
Este 20 de junio, día mundial del refugiado, me sumo y hago un llamado a la sociedad civil para demostrar solidaridad hacia las personas refugiadas y solicitantes de asilo. Conmemoremos juntos esta fecha generando espacios de respeto.