Hay que tener un poquito de vergüenza para hablar de este tema y más para querer hacerlo con la ligereza con la que realiza su stand up para seguidores el señor presidente en las mañaneras; porque nos sabemos ya el discurso de lo que se hizo mal, de las herencias de los gobiernos pasados, el de los conservadores, el de la izquierda, el de la derecha, el de los vamos a acusar con sus papás, el de los abrazos y no balazos y el de un señor que ganó las elecciones sí por elección popular pero que ahora ha asumido el poder como un estado de merecimiento y que todo lo que pase, haga, diga o se le ocurra cabe en un espacio acompañado de una justificación reforzada en la estupidez.
El feminicidio parece tener todas las razones para que suceda y hasta para prevenirlo y también pues no son tantas las mujeres según él, además ya se trabaja en el tema entonces ¿qué más queremos? aunque las cifras de acuerdo al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) señalen que de 2015 a 2023 existen 6,546 registrados y catalogados como tal, esos son los que no tuvieron obstáculos o los pudieron librar para ser considerados feminicidio, además de ser lo que se tiene en un registro que por supuesto no lo es todo y sería aún más la cifra negra, aunque quizá esa cifra sea “un invento de los conservadores”.
La violencia en esta estúpida frase de abrazos no balazos ubica al 2022 como el año más violento de la historia y un ejemplo es el mes de mayo en donde se registraron 94 asesinatos diarios en todo el país y por supuesto que es este el sexenio más violento de la historia, que si bien es cierto se considera que en el sexenio de Calderón se comienza con la crisis a partir de la llamada lucha contra el Narco, el registro de muertes se ha superado en este sexenio en el que se romantiza el discurso con la delincuencia y se minimiza cada uno de los problemas.
Porque esos son, son problemas que le duelen a México que para ellos se necesita tener los datos, no “otros datos” porque este es el México que voto por el presidente, no porque nos urgiera quien tuviera el poder sino porque el pueblo necesita, quiere y está habido de justicia, de oportunidades, de alguien que se identifique con el “pueblo” pero no con un pueblo huevon de dadivas, sino con un pueblo que trabaja día a día, que transita las calles, que toma el transporte, que enferma y necesita un sistema de salud, de un pueblo que necesita oportunidades, “Educación” y que por supuesto es un pueblo de padres, madres, hermanas ,hermanos, tíos y todos los que a diario queremos sentirnos seguros rumbo al trabajo, rumbo a casa, rumbo a un momento de esparcimiento.
No, no todo es tu culpa presidente, pero sí todo es tu responsabilidad y la primera idea es que no deberías hablar de estos temas así de ligerito porque si nos debes mucho tú y todo tu equipo y no, no se lo debes a las madres y a los familiares de los desaparecidos se lo debes a todos los que formamos parte de este país y de esta sociedad porque ninguno se llamaba desaparecido, se llamaba Juan, Pedro, se llamaba Gloria, Martín, se podía llamar como su hijo o como mi hermano como lo fue.
No ninguno era un “desparecido” o número de carpeta, ni buscaba serlo y que razón tenían las palabras de una madre buscadora con la que tuve la oportunidad de hablar que decía “y si mi hijo robó, mató o algo hizo entonces que el estado y las leyes lo castiguen pero que no me lo desaparezcan” y coincido con ella porque puede ser que algunas de las desapariciones tengan que ver con delitos, pero entonces el estado y la ley que los castigue pero aquí donde esa familia sepa en donde está.
No tiene usted idea señor presidente del calvario que es tener a un familiar desaparecido, el calvario emocional, económico, laboral, en salud, el calvario de las formas de las instituciones para tratar a las personas que llegan pidiendo la ayuda que es un derecho y para el que nacieron, incluso para el que usted menciona se les entrega un presupuesto a estas mismas.
No tiene usted idea de lo que es buscar y no saber que puedes, que debes y que no debes hacer, uno no tiene idea como responder a preguntas justo en ese momento en el que solo quieres volver a verlo o a verla, ese momento en el que no tienes cabeza para nada más y que por supuesto la vida sigue porque nada para cuando un familiar tuyo desaparece, la vida sigue, pero para esa familia no sigue igual, la plática es de triste, devastadora, se termina la plática, se hace al silencia parte del día a día, se acaban las risas y hasta se invita a la culpa a ese casa en donde hay un o una desaparecida.
La de estas letras si tiene esa idea porque la violencia de este país la hizo vivir esta horrible experiencia y el estado de derecho inexistente no solo le arrebato a un familiar en manos de la violencia injustificable, sino las instituciones te pierden en el camino no les interesas, fuiste una carpeta y un reporte más abierto y posteriormente cerrado a la luz de toda la impunidad posible, misma que viene acompañada de ese resentimiento, del miedo para vivir, de la desesperanza en un futuro mejor.
Tómeselo en serio señor presidente porque el que usted asuma que tiene buenas intenciones no lo exime de la culpa de lo que está pasando, no lo coloca fuera del problema, este país que usted busco por tantos años gobernar necesita que asuma su responsabilidad y si no es su culpa si es su responsabilidad hacer que las cosas funcionen, dejar de pensar que es politiquería, porque el mantener callado el problema no le quita la gravedad a lo que está sucediendo solo lo normaliza, lo hace natural, lo hace parte del día a día y ninguno de nosotros trabaja, se esfuerza, estudia, se empeña para salir adelante para vivir en un país del que su dirigente vive en una eterna campaña política cuando tiene el poder en sus manos, haga gobierno, sea humanamente responsable de lo que eligió ser.
Hable menos y trabaje ya, porque los más de 100,000 desaparecido de los que se tiene registro oficialmente a la fecha son la muestra de la impunidad, porque no debería ser posible que solo entre el 2% al 6% de estos casos resulten en procesos penales eso no es lo que las instituciones que la sociedad mantiene deberían poder hacer por nosotros y mucho menos que existan únicamente poco más de 36 sentencias, la impunidad que permea la estructura, la falta de idea, de contundencia favorecen la proliferación de estos delitos de los por supuesto tenemos que hablar y no es politiquería.
Y como sociedad también es el llamado no nos paralicemos, denunciemos, apoyemos, no nos hagamos de la vista gorda, porque no hablar de acoso o abuso sexual puede terminar en violaciones o feminicidios, no hablar de violencia intrafamiliar o de género puede terminar también en homicidios u otros delitos, no compartir un boletín de búsqueda si afecta y por supuesto hacerlo si ayuda, si nos quedamos callados somos cómplices y ojalá no necesitáramos vivir una experiencia de este tipo para poder interesarnos, levantar la voz y apoyar o ser empáticos, porque si no resultará que nadie le debe a nadie pero todos perdemos en esto.
¿No crees que ya perdimos mucho, que ya perdimos a muchos y a muchas?