Éramos muchos y la abuela pario, cuantas veces no escuchamos este dicho para señalar que se nos complicaba un poco más o de estas cosas que no nos esperábamos pero que sucedían, y en esta ocasión más que pertinente debido a que como si no bastará el contexto educativo al que nos llevó la pandemia y lo que desde el 2019 reza la constitución en el artículo 3° constitucional como excelencia que sustituye a calidad, un modelo educativo aún en construcción y en “tiempos” de acuerdo a la presentación inicial, nos llegó la austeridad y las prisas para el diseño de los libros de texto.
Solo para dar un breve contexto en los últimos días del mes de marzo del presente año el Director de materiales educativos Max Arriaga anunciaba el proceso de rediseño de 18 de los 30 libros de texto gratuitos de los grados de 3° a 6° de nivel primaria en donde participarán 2365 personas, con una capacitación exprés en 4 días dos horas cada día, teniendo entonces 56 días para el rediseño de los mismos. Esto debido a que, de acuerdo al diagnóstico, mismo que por cierto aún no se conoce más que los resultados que el personaje mencionado proporciono, refleja que existen errores de fondo y forma y que “los libros de texto actuales son materiales obscuros y sin alma”.
No cabe duda que estamos en el “en sus marcas, fuera…”y me atrevo a decir que no llegará el listos, pero desde una perspectiva muy particular y como parte del sistema educativo como docente, como formadora de futuros docentes de educación básica, como usuaria del mismo sistema sé que desearíamos conocer dicho diagnóstico, contrastado con la fuerza del modelo educativo que aún está en construcción de acuerdo a la capacitación inicial que se recibió acerca de la Nueva Escuela Mexicana por parte de los maestros de educación básica, que igual pudo replantearse y alimentarse de todo lo que pasó y nos dejó ver el contexto de la enseñanza remota, nuestras deficiencias, los faltantes en infraestructura, capacitación docente, las cifras que el mismo MEJOREDU ha generado y que se deben considerar y materiales entre otras cosas, pero que no por eso puede prestarse a caer en libros tipo sopa instantánea.
El tema es amplio y con varias aristas, como que no habrá pago para ilustradores ni maestros que respondan a la convocatoria sino que serán acreedores a una constancia y su ejemplar con los créditos; y se pone se pone más interesante pues los perfiles de los docentes que se inscribieran en la convocatoria serían analizados de acuerdo a la formación académica, la práctica, la innovación pedagógica, la gestión de la información, elementos que por cierto conocemos bien que los docentes, saben, hacen, y para lo que invierten, para acceder a procesos de profesionalización ya sea en cursos, especialidades, maestrías, doctorados y que por cierto no es barato pero si es una exigencia del mismo sistema y que nadie les regalo, ellos pagaron a una institución para esta formación y a través de ella hacerse de la experiencia y del camino en el espacio educativo.
Existen muchas preguntas en el aire sobre la decisión de hacer esto y de esta manera, no puede ser solo el argumento de la austeridad, no y no de esta forma porque se gastaron millones en contratos con las televisoras y no queremos hablar de los resultados que esto está generando, la educación sigue siendo de segunda o de tercera y desearía que los argumentos románticos del gobierno de no gastar ni pagar a una elite para que diseñe libros no sea suficiente, que la justificación de que los maestros son tan capaces como grupos de “expertos o de genios” no sea suficiente, pues si la duda no es de la capacidad, sino de que se necesita más que buena voluntad para hacer un buen trabajo en este tema y más aún para llegar a la solicitada excelencia del 3° constitucional, porque después del contrato de las televisoras y en las aulas y en el día a día tenemos a maestros capacitándote con nano cursos, con mooc, con webinar en diferentes herramientas tecnológicas, porque tenemos a maestros haciendo uso de whatsApp, de Facebook, de planes de datos, de contratación de internet, a maestros comprando un dispositivo.
Porqué si era nuestro trabajo y se nos pidió dar respuesta y dar ejemplo y no se escatimo en lo mismo en inversión de tiempo y dinero en la medida de lo posible y de lo imposible, en un tiempo de pandemia en donde vimos desfilar cantidad de esquelas y nos ha tocado dar el pésame a varias familias o compañeras y compañeros, porque si a nosotros nos alcanzó en los diferentes niveles educativos y en escuelas privadas y públicas, porque ciertamente no estábamos preparados pero le entramos, porqué al gobierno no le alcanza, porqué no es una prioridad la educación, porqué la prisa. Será que el romanticismo de que el docente participe nos llevará a tener que asumir el fracaso de la relación juntos o también que en esta relación ya existan editoriales particulares saboreando lo que viene como una gran área de oportunidad y en esta ocasión con justa razón porque ellos son especialistas en diseño y desarrollo porque buscan capacitación y actualización de vanguardia así que pues sí, sí serán opción.
Pero si al gobierno no le alcanza solo desearía que a nosotros tampoco no alcance ese romanticismo barato de ¡ahora sí! participan docentes porque son capaces, porque somos tan capaces que sabemos lo que implica y queremos saber que tan capaces son las autoridades educativas para ser coherentes, para ser congruentes.