El Banco de México ha reconocido que la actividad económica mexicana atraviesa por un período de debilidad e incertidumbre, con mayores riesgos a la baja para el crecimiento y el empleo. En años electorales, el avance de la economía se concentra en la primera mitad del año. No obstante, en el segundo trimestre de 2024, el PIB de México creció solo 0.2% trimestral y 1.1% anual. Con esto, en el primer semestre, el PIB creció 1.5%, la mitad del crecimiento observado por Estados Unidos en el mismo periodo. Debido a lo anterior, la institución decidió recortar su perspectiva de crecimiento del PIB a 1.5 por ciento para 2024, desde el 2.4 por ciento de la proyección anterior, y a 1.2 por ciento para 2025, desde 1.5 por ciento.
Los riesgos relacionados al crecimiento económico de México son tanto internos como externos. Respecto a los riesgos internos, se encuentra la aprobación de la reforma judicial, y la incertidumbre de que el nuevo gobierno de continuidad a las políticas de López Obrador, que se han caracterizado por incrementar el rol del Estado en diversos sectores de la economía a costa de la participación del sector privado. Asimismo, se encuentra el riesgo de una disminución en la inversión pública por falta de espacio fiscal, que tras el endeudamiento en 2024, dejará al gobierno federal en necesidad de una consolidación fiscal sin recursos para inversión física.
Otros riesgos internos son la persistencia de niveles altos de inflación y la volatidad del tipo de cambio, ya que con un tipo de cambio al alza, las importaciones, sobre todo de bienes intermedios y de capital, podrían disminuir, limitando el crecimiento de exportaciones y por lo tanto, de la economía. Y finalmente, el riesgo interno de la informalidad laboral, que aunque ha disminuido, ha sido de forma gradual. En 2005 la tasa de informalidad promedio fue 59.8%, la cual disminuyó a 57.8% en 2015 y en los últimos 12 meses (junio 2023 a mayo 2024) disminuyó a 54.7%.
Por su parte, los riesgos externos, están relacionados a una posible desaceleración en la economía de Estados Unidos, que afectaría negativamente las exportaciones mexicanas, la entrada de remesas y la inversión extranjera directa. Así como, la incertidumbre sobre las elecciones de Estados Unidos, ya que si Donald Trump gana las elecciones, existe la posibilidad de que busque represalias contra México en temas comerciales, derivado a que en su administración de 2017 a 2021, más que como un aliado, Trump consideró a México como un competidor económico, lo cual llevó a una renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y resultó en el nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), aunque la materia del tratado no cambió sustancialmente, el proceso causó incertidumbre y afectó el entorno de inversión extranjera para México.
Yamileth Montaño Trujillo
Economista y financiera por el Tec de Monterrey y Edge Hill University. Actualmente, es miembro del Consejo Nacional de Jóvenes Políticos y Empresarios (CONAJO), socia del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) y Servidora Pública en el Gobierno del Estado de México.