Ha concluido el periodo de campañas para la elección de la Gubernatura en el Estado de México cuya jornada electoral será el próximo domingo 4 de junio; en otras palabras, todo evento, encuentro, junta o cualquier llamado al voto que favorezca a cualquier candidata está suspendido dando paso a la llamada “veda electoral”.
Este momento regulado por la legislación electoral pretende impulsar a los votantes a un periodo de reflexión antes de ejercer su derecho al sufragio; de este modo, podrán llegar a las urnas después de analizar y comparar los proyectos que, en este proceso, encabezan las dos candidatas.
Más de 12 millones de mexiquenses tienen una cita con la democracia el próximo domingo en donde podrán decidir el rumbo de su entidad y podría decirse del país; dado que, la cifra de electores es bastante considerable el Estado de México se identifica como un primer filtro para la renovación del Ejecutivo Federal en 2024.
No es un tema menor ya que de los resultados emanados el domingo 4 de junio se podrá medir la fuerza del oficialismo y de la oposición; a más de esto, se contrastan dos visiones, proyectos, ideologías y propuestas situadas de extremo a extremo.
Por un lado el partido en el gobierno ofreciendo una posible alternancia medirá su capacidad de actuar en territorio mexiquense aún gobernado por una fuerza opositora; es decir, será el reflejo de que tanta injerencia tiene la popularidad y aprobación del presidente arropando a su candidata.
El discurso al que apelan es el cotidiano de polarización en donde el pueblo bueno siempre tiene la razón y los demás son opresores y enemigos de la transformación; también, es aquél en donde los resultados electorales se desconocen si no les favorecen.
Por otro lado, la aún administración local en alianza con las demás figuras opositoras medirá su alcance de rentabilidad ofreciendo un gobierno de coalición; así pues, buscará darle continuidad a una hegemonía histórica en una entidad clave.
El discurso que manejan es el de una reconciliación en donde la unidad trabaje para toda la sociedad sin distinciones; es decir, aglutinar voluntades sin diferenciar colores respetando la pluralidad y el ejercicio de las instituciones.
Hay que destacar que ninguna opción se podría materializar sin la participación de la sociedad en estos comicios; por supuesto, que la ciudadanía compare, contraste, sopese y decida que quiere en el presente para lograrlo en el futuro.
Hay que salir a votar y ejercer nuestro derecho, concretar la educación cívica y cumplir con nuestra obligación ciudadana; con el objeto de, refrendar nuestras preferencias o manifestar nuestro descontento.
Esperemos que tanto partidos políticos, candidatas y figuras partidistas como la sociedad en su conjunto se comporten a la altura de las circunstancias; al final de cuentas, la ciudadanía es quien decide al llegar a la secrecía de la mampara y agregar su voluntad en la urna.
Es una oportunidad histórica ya que por primera vez habrá solo dos alternativas en la boleta; en conclusión, dos mujeres, dos visiones, dos opciones, dos candidatas y una próxima gobernadora.
Víctor Manuel Cruz Martínez.
Analista, politólogo, experiencia en materia político-electoral, administración pública, evaluación y desempeño presupuestario.