En este nuevo capítulo en el que COLOMBIA exigió tener en la casa presidencial un presidente de izquierda, hay varias inquietudes y sentimientos encontrados por parte de los Colombianos, y como en todo partido de futbol, ahora en la “ banca” se encuentran los opositores de la derecha, los mismos que a diario en sus cuentas de twitter, envían acusaciones al gobierno entrante por la situación actual del país, y mantienen el constante debate sobre el aumento en algunos alimentos de la canasta familiar, el incremento del precio de la gasolina y el preocupante aumento del dólar, entre otros….
Muchos de ellos que se encuentran sentados como jueces y no como jugadores, exigen marchas para evitar que el actual gobierno siga en el poder más de los 4 años. También recordemos ese épico momento donde se le llamaba “vagos” a los que salían a las calles a exigir un cambio al gobierno Duque, ahora son ellos mismos los que salen a gritar a las calles por su negativa contra Gustavo Petro y sus seguidores.
En Colombia el tema de la política se convirtió en una constante palestra pública, lugar en el que senadores, congresistas y activistas lanzan acusaciones incansablemente y con todo el desprestigio posible, dos partidos totalmente opuestos, divididos, que solo buscan culpables y como en toda historia en el medio siempre queda el silencio de un país, ese mismo que a diario sale a las calles a trabajar (porque aquí jamás nos regalaron nada como en Venezuela y no creo que eso pase), un país entregado al rebusque a pesar de las pocas oportunidades laborales, a pesar de tener uno de los salarios mínimos más bajos de la región, a pesar de las pocas garantías en temas de educación, es un país con una nueva generación ilustrada con referentes bibliográficos que con lo poco siguen su proyecto de vida en este país.
En el medio de este partido, siempre queda la desesperación, la falta de seguridad por parte de un gobierno que hasta el momento mantiene la expectativa, un país que aún sobrevive a las secuelas de lo que quedó de los antecesores y que a diario respira un aire a división y soberbia pura.
Hoy Colombia es como un baloncito, corriendo de un lado a otro, siguiendo las ordenes de los que desde la comodidad de sus sofás, imponen leyes que determinan el futuro de los demás, políticos cargados de odio, resentimiento y venganza que más que gobernar, quieren imponer y olvidan el detalle más importante, que ambos mandos TRABAJAN por la consolidación de un solo país y que esperamos que trabajen de manera más humana y no solo con sus trinos.
Karen Vera Ángel
Comunicadora Social y Periodista. Especialista en Comunicación Educativa
Los artículos y columnas publicadas, son responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el punto de vista de DOMINIO POLÍTICO