Bien y a la Primera
¡Y dale con la certificación de Locutores!
Omar Espinosa
En repetidas ocasiones lo he platicado con usted en este espacio periodístico, también en foros, conferencias, en la academia, entrevistas radiofónicas y televisivas; en redes sociales, con legisladores y hasta en pláticas de café con amigos.
En la actualidad, la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión en México (LFTR), presenta un vacío crucial al no contemplar la figura del «locutor» y la “locutora” en sus disposiciones.
La Ley no exige una certificación específica para ser locutor en medios de comunicación convencionales (menos en los digitales) y deja en la marginación legal, la observancia por demás importante, que precisa la regulación de nuestra profesión; incluso es un tema que quedó en el más profundo olvido parlamentario, de las instituciones de gobierno y por tanto de las empresas concesionarias de ondas radioeléctricas en nuestro país, todo, considerando la derogación de la Ley Federal de Radio y Televisión en 2014 y de la entrega de una «Licencia de Locución» en 2016.
El ejercicio de los profesionales de la voz exige habilidades y conocimientos específicos y mientras la Ley aborda aspectos generales de radiodifusión y telecomunicaciones, omite regular directamente la profesión del locutor. En este sentido, proponer la inclusión de la obligación de capacitación y certificación para los profesionales de la voz, surge como una necesidad más que evidente.
Aunque algunos podrían argumentar que la certificación no es esencial (sobre todo los empresarios y concesionarios en radio y televisión) su introducción podría ser clave para elevar los estándares profesionales en la industria, pues al dotar a los locutores con habilidades certificadas no solo se garantiza un mayor nivel de competencia, sino que también promueve la calidad en la transmisión de información, vital en un contexto donde la libertad de expresión y la responsabilidad mediática son pilares fundamentales.
Es crucial destacar que, si bien la certificación no es un requisito estricto, aquellos locutores y locutoras que opten por obtenerla se beneficiarían al demostrar un profundo conocimiento de tecnologías y equipos, considerando que estamos en un mundo mediático digital en constante evolución, por lo que regresar a la obtención de una certificación oficial, no solo será una ventaja competitiva, sino también un respaldo a la integridad y profesionalismo de miles de locutoras y locutores en México.
La certificación en estas áreas no solo fortalecería la capacidad técnica de los locutores, sino que también aseguraría un manejo ético y responsable de las plataformas digitales.
La insistencia permanece, en la pretensión de causar resonancia en las instancias legales y parlamentarias que correspondan, así como un llamado de atención a la discusión solidaria en los espacios y foros, tanto académicos como sociales que se requieran, para darle una “ayudadita” a las y los parlamentarios, para que no hagan oídos sordos a la imperativa necesidad de incluir la figura del locutor y locutora, así como su obligación de certificación en la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión.
Es un paso necesario hacia la profesionalización y regulación de esta valiosa profesión, pero también es tomar conciencia de la relevancia social y el efecto que tiene el uso profesional y responsable de la voz ante un micrófono o una cámara. Las audiencias (que somos todos), merecemos escuchar y ser parte de este gran entramado social que es la comunicación radiofónica y televisiva.
¿No lo cree?
Sigamos haciendo radio, pero hagámoslo bien y a la primera.
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