El interés de militares y policías por formar un nuevo partido político para el año 2025 sugiere un cambio significativo en el panorama político y posiblemente refleje la búsqueda de una voz más directa en el proceso democrático por parte de estos grupos.
Sin embargo, también plantea preguntas sobre el equilibrio entre la participación militar en la política y la separación de poderes. Sería interesante observar cómo se desarrolla este movimiento y cómo afecta el debate político en el futuro.
El esfuerzo de elementos en activo y retirados de la Policía, el Ejército y la Marina por establecer un nuevo partido político para el año 2025 refleja una voluntad de cambiar las condiciones de vida y trabajo dentro de estas instituciones.
Este movimiento podría tener un impacto significativo en el panorama político, ya que representaría una voz directa de estos grupos en la esfera política y posiblemente impulsaría reformas en áreas clave como seguridad pública y bienestar de los servidores públicos.
Los primeros pasos de esta organización se registraron en Puebla, en donde ya se han efectuado varias asambleas para designar dirigentes estatales y municipales, acorde con una entrevista que Proceso le realizó a dos de sus miembros que participan como candidatos no registrados, es decir, sus nombres no aparecen en la boleta al Senado en dicho estado.
Uno de ellos es Sergio Iban Torres Bravo, presidente de la Red Nacional de Asociaciones Policiales y exsecretario de Seguridad Pública de San Andrés Cholula.
Comenzó su trayectoria en las fuerzas de seguridad como policía raso y, en su conversación con el citado medio, refirió que la situación laboral de los uniformados fue lo que motivó su deseo por buscar un lugar en el Poder Legislativo.
Entre las críticas que destacan dentro de este movimiento está el papel del Ejército durante la administración de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Los participantes consideran que proyectos como el Tren Maya y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) han creado oportunidades para redes de corrupción entre los altos mandos, mientras que el personal de tropa enfrenta condiciones precarias.
Además, desestiman propuestas como la instalación masiva de cámaras de seguridad debido a la falta de personal para supervisar estos dispositivos.
Ante este escenario, están buscando establecer alianzas con más organizaciones en todo el país con el objetivo de obtener el registro como partido político para el año 2025. Aunque aún no se ha revelado el nombre que podría tener esta nueva agrupación, su formación representa un potencial cambio significativo en el panorama político nacional y un intento por abordar directamente