Para la mirada de muchos a nivel mundial, la figura del Dalai Lama, el líder del budismo tibetano, es un referente de paz, espiritualidad y hasta defensa de los derechos humanos. Sin embargo, el actual líder religioso que ostenta este rol, Tenzin Gyatso, hizo que los ojos del mundo se voltearan a ver y a cuestionar esta institución, todo gracias a un viral y polémico video donde el anciano besa a un niño en la boca y luego le pide que chupe su lengua.
(Inserte aquí un el sentimiento que mezcla asco, coraje y desconcierto)
Esta escena además de ser turbo incómoda, es extremadamente preocupante, porque se trata de un ADULTO UTILIZANDO SU PODER – un poder adquirido por la fe y confianza- para ABUSAR DE UN NIÑO.
Y sí, utilizo la palabra abusar porque es lo que es. El niño claramente no quiere; su incomodidad es evidente, sin embargo se queda ahí parado con una sonrisa que grita “ayuda” para no ofender a un hombre que en la cultura occidental es considerado “Santidad”, alguien a quien él y su familia admiran y respetan.
Cierto, luego el niño y su madre salieron en una entrevista a declarar que fue “una gran experiencia”, sin embargo como diría Juanga, lo que se ve no se juzga. Busque el video y vea como el niño se acerca emocionado, le da un beso en la mejilla y lo abraza cariñosamente, pero luego de que el Dalai Lama le agarra la cara y lo besa en la boca, el niño retrocede hasta donde puede… hasta que el hombre lo vuelve a acercar para el asunto de la lengua (puaj).
El líder religioso ya se pronunció al respecto y dijo que fue un juego y que por eso lo hizo frente a las cámaras. Digo, sé y entiendo que nuestras culturas y creencias son abismalmente diferentes, pero no se me ocurre en qué contexto eso de la lengua resulta “divertido”, “juguetón” o si quiera apropiado. Todo lo contrario, es inquietante y perturbador.
Luego de este video, empezaron a surgir muchas otras imágenes de líderes mundiales, (hombres adultos con más poder que Thor), teniendo conductas inapropiadas con menores de edad. Salieron videos del Presidente Joe Biden tocando a niñas muy cerca de sus senos o su cintura con el pretexto de la “foto con el presi”; salió también por ahí la famosa foto de AMLO apretujando la carita de una nena para darle un beso que se ve que no quería.
El abuso infantil es un problema mundial que siempre ha existido porque no importa dónde estén, a las infancias se les enseña a callar, respetar y obedecer a sus mayores incluso si esto les provoca incomodidad o sufrimiento.
Esto es una triste realidad para muchos niños y niñas en diferentes contextos sociales: en las escuelas, en organizaciones y sectas religiosas y -la más dolorosa a mi parecer- en sus propios hogares. Y todo es por esta estructura jerárquica donde las figuras de autoridad tienen el poder para hacer que los niños sean especialmente vulnerables a su abuso y manipulación.
Desde lo más sencillo e “inocente” como un saludo. Hagamos memoria de nuestra infancia y preguntémonos ¿alguna vez nos obligaron a saludar de beso o abrazo a alguien que ni conocíamos?, seguramente sí; ¿cómo te hizo sentir eso? Incómodo, claro. Luego de eso ¿le dijiste algo a quién te obligo a saludar? Probablemente no porque fue una orden.
Ahora que no nos sorprenda que las víctimas de abuso sexual infantil tardan años en hablar al respecto -si es que algún día lo hacen- Porque la culpa, vergüenza, miedo, falta de comprensión y/o trauma emocional, son poderosos silenciadores.
Respetar el espacio personal de los niños es una forma importante de enseñarles sobre los límites y el consentimiento. Cuando se les permite decidir quién puede tocarlos o quién puede entrar en su espacio, están aprendiendo a establecer límites saludables y al mismo tiempo a respetar los límites de los demás.
En México y muchos otros países del mundo, abril se celebra como el mes de la niñez por el Día del Niño y la Niña, pero no es un simple pretexto para comprarles juguetes o pagar el paseo al parque de diversiones, es una conmemoración para hablar, reconocer y trabajar por sus derechos. Entonces si le quiere regalar algo realmente invaluable a su bendición, regálele información y autonomía sobre su cuerpo.
Enséñele a sus críos que tienen el derecho a la integridad física y a la privacidad. Por más difícil que sea, explíqueles lo que es el abuso sexual y otras formas de violencia, para que sepan identificarlas y no les pase; pero sobre todo den la confianza para hablar sobre su cuerpo y apóyenlos cuando les cuenten las cosas que les pasan. Papás y mamás, dejen de obligar a sus hijos a besar al tío o la tía, permitan que sean ellos quienes establezcan la clase de cercanía que quieren tener con cada persona.
Al promover la autonomía de los niños con respecto a su cuerpo, se les enseña también a establecer relaciones interpersonales saludables y a tomar decisiones informadas sobre su propia seguridad y bienestar. En pocas palabras, se les enseña que tienen el derecho a decir “No”.
Hasta aquí el chisme, lo viral, el tamal con crema… y también con pasas.
Con crema y con pasas
Por Adriana Colchado @Tamalito_rosa
