El peculiar interés del presidente por desaparecer el IFT

Jaque

Bien y a la Primera

El peculiar interés del presidente por desaparecer el IFT

Omar Espinosa

En este 2024, México celebra su amor duradero con la radio, un medio que es más viejo que la abuela de uno, pero que aún cautiva a 42 millones de radioescuchas, superando a la televisión en una batalla de penetración que, según las estadísticas proporcionadas por el INEGI y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), parece ser un drama más intenso que cualquier telenovela mexicana.

Con 3.5 de cada 10 mexicanos sintonizando diariamente, la radio ha demostrado ser más pegajosa que la mejor canción pop del momento.

Con 273 estaciones de radio comercial en Amplitud Modulada (AM) y mil 54 en Frecuencia Modulada (FM), nuestro país parece tener más estaciones de radio que tacos en la esquina y según la información proporcionada por el propio IFT, en su último corte a septiembre de 2022, se crearon 79 nuevas radios indígenas en México.

Ya en 2023, durante el Octavo Encuentro de la Red de Radios Universitarias en México (RRUM), se confirmó la incorporación de 28 frecuencias universitarias, además de 86 estaciones públicas y comunitarias, resultando en un total de mil 945 estaciones de radio que operan en todo el territorio nacional y que están reguladas por el IFT, bajo el articulado contenido en la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTR), misma que contiene los lineamientos que aseguran la cobertura radial, hasta en las comunidades indígenas más alejadas del país.

Mientras tanto, el IFT se esfuerza por encontrar el mejor uso eficiente de las frecuencias y también hace esfuerzos de difusión extraordinarios, para demostrar su viabilidad y no desaparecer, tal como lo concibe el jefe del Ejecutivo Federal.

Porque si no lo sabía, aquí le platicó que el presidente Andrés Manuel López Obrador propuso hace unos días (en su paquete de reformas constitucionales), que se asignen las funciones del IFT a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).

¿Es este un acto de amor por la eficiencia o simplemente un giro inesperado en la trama política de este año electoral?

El presidente tilda al IFT como un «gigante» en estructura y con salarios «elevados», sugiriendo que el organismo es más grande que un mariachi en el Zócalo y que tiene bolsillos más llenos que un aguacate en temporada.

El IFT se defiende y genera una arenga, para señalar en medios de comunicación y redes sociales, que a lo largo de sus 10 años y 5 meses de operación, han sido bastante competentes en movilizar 40 mil millones de dólares en recaudación y generar casi 300 mil empleos de valor agregado.

Y es que, d esde su creación y hasta el primer trimestre de 2023, el IFT ha otorgado un total de mil 387 concesiones de telecomunicaciones: mil 218 comerciales, 144 públicas, 21 concesiones sociales y 4 indígenas. Pero, claro, nadie necesita esos y otros detalles.

¿Será que el presidente solo quiere cumplir un capricho más o vislumbra un futuro donde la regulación de radio y televisión sea tan obsoleta como un cassette en pleno 2024?

En el mejor de los escenarios, se antoja pensar que el primer mandatario en nuestra nación, simplemente busca abrir la puerta a la regulación de medios y plataformas digitales, donde hoy reina la libertad de contenidos, sin la fastidiosa carga de impuestos y mucho menos una regulación estricta en contenidos, pago de derechos o de cualquier otra índole.

Con su penetración del 98%, la radio desafia a la televisión, pero el presidente López Obrador parece querer apagar la luz y cantarle “las golondrinas” al IFT, trasladando sus funciones a una entidad más dócil.

¿Será este un acto de sabiduría progresista o simplemente un capricho más en la mira de la 4T?

Nos escuchamos la próxima, en tanto tenga usted, muy buen día.

Facebook: Omar Espinosa Herrera
Spotify: Bien y a la Primera de Omar Espinosa

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *