Recuerdan ustedes que los comerciales de las muñecas Barbies se actualizaban con cada una de las profesiones que las mismas pudieran desarrollar, vimos a la doctora, arquitecta, cocinera o chef, la mamá e incluso aquella que se presentaba como embarazada (por cierto figura polémica en su tiempo), pero también y no podía faltar la Barbie maestra claro que sí, vimos todo lo que la Barbie podía ser y hacer, por ello para esta ocasión no me refiero al género femenino sino justo a eso: a todo lo que la Barbie podía hacer, tampoco voy a abordar el tema banal de si era perfecta en estatura, medidas, color de ojos, nada de eso; me refiero a que quizá era nuestra superhéroe sin poderes pero sí con una alta capacidad de hacer de todo.
A propósito del furor de Barbie me cuestioné: si las maestras o maestros no son nuestras Barbies y dicho esto en el mejor de los sentidos, con toda la admiración y respeto para ellos y ellas, justo por esta calidad de superhéroe que veo en “la Barbie”. Porque como si no hubiese suficiente con el modelo educativo que no aterriza y que no concreta y que me atrevo a decir no lo hará y menos en tiempos electorales o de “política”, ahora los profes son parte y titulares de la estrategia llamada: “Si te drogas, te matas” lo que se presentó a finales del mes pasado como una campaña parte de la estrategia: “Prevención de adicciones estrategias en el aula” y dónde están los profes: ¡Exacto en el aula!
Por ello les toca, sí otra vez les toca, así sin más ni más. En días previos al periodo vacacional de semana santa se presentó la campaña nacional preventiva, con estrategias desde las aulas dirigida a adolescentes y jóvenes con el objetivo de informar y advertir sobre los daños que causan las drogas, en especial aquellas de tipo sintético.
Pero vamos desde el principio, de acuerdo a la Real Academia Española estrategia se refiere al arte de coordinar acciones y de maniobrar para alcanzar un objetivo o un proceso, entonces de entrada y como primer tiempo me parece adecuado presentar el objetivo a todos los participantes y no precisamente en esta cascada en la que se pierde mucha información o se comparte de acuerdo a lo que cada uno de los escalones comprende o abordado desde el interés que se quiera poner en el mismo.
Que ya por sí solo tener claro el objetivo que se persigue es un gran avance para realizar acciones encaminadas a aquello que se visualice como objetivo. Regresemos al momento del anuncio de la campaña para ver cómo lo estamos haciendo, no. 1 que es más importante, presentar la estrategia de manera general ante “algunos” representantes de gobiernos estatales o en una mañanera, o hacerlo en las secretarías estatales con aquellos que forman parte de la estrategia según se nombra en la definición de la misma que serán los padres de familia, docentes, directivos ¿Dónde es más pertinente?
No.2 De lo que se anunció como la campaña con materiales adecuados y suficientes, con videos en redes y acompañamiento sobre todo eso acompañamiento para el tratado de este tema, los maestros al regresar del merecido periodo vacacional recibieron una solicitud para generar y presentar sus estrategias para el abordaje de la campaña. Entonces la estrategia dentro de la estrategia, o las muchas estrategias que serán la estrategia. Sí así de claro está el proceso.
Pero entonces ¿qué pasó? la Barbie por lo menos cuando salía en el comercial, salía con la vestimenta completa y con todos los insumos para que viéramos que ejercía su profesión u oficio y los maestros nuevamente son solicitados para hacer un trabajo que no es menor y quien lo vea así me parece que no vive en este país, y obviamente son llamados por su capacidad e impacto en los aprendientes, pero no así, no es la forma. La capacitación y acompañamiento previo es fundamental, quiénes elaboraron los materiales, el fundamento legal, no es tema menor.
Se mencionan aproximadamente 11 millones de estudiantes de Educación Secundaria y Media Superior como objetivo de la campaña a la que no puedo llamar estrategia, 62 mil escuelas y 82 mil docentes, sí claro que son una gran fuerza estos docentes, pero porque no se brinda ese acompañamiento que requiere el abordaje de un problema de Salud Pública. De acuerdo al Diagnóstico y tendencias de uso de drogas en México el consumo de drogas dejó de ser experimental para ser de uso común, teniendo una propensión mayor entre jóvenes hombres, pero con un incremento del consumo en mujeres y con una edad promedio de inicio de consumo entre los 10 años.
¡Caray! atención a esto, si la edad promedio de consumo identificada es entre los 10 años por qué la campaña de información y “prevención” comienza en secundaria, es porque son muy chicos para saber de estos temas, sí en realidad sí pero esta es la realidad de México. A nivel mundial hasta junio del 2022 se considera que 284 millones de personas entre 15 y 64 años consumieron drogas un 26% más a comparación de la década anterior. Es o no es un problema de Salud Pública, claro que lo es, por ello de esa manera se debe abordar con programas de amplio alcance.
El informe Mundial sobre las drogas 2022 tiene resultados de cómo las drogas prosperan en situaciones de conflicto y en dónde el estado de derecho es débil lo cual también permite prolongar y exacerbar el conflicto. Entonces esto puede ser tierra fértil para el caos, seamos honestos ¿cuál es el panorama nacional? Es indispensable la sinergia de acciones para intervenir a una sociedad que pide atención y programas basados en la evidencia y el conocimiento, con la movilización de gobiernos, de sociedad civil; ni la buena voluntad, ni la información sin sinergia va a prevenir y mucho menos a inhibir el consumo de drogas.
Las estrategias de amplio alcance tienen un enfoque integral, de largo plazo deben ser participativas, con intervenciones de calidad y no porque los maestros no podamos hacerlo, pero dennos herramientas, capacitación de calidad, materiales de calidad, alianzas con instituciones, con organismos, etc. La escuela necesita de la sociedad de las instituciones porque la escuela egresará a quienes estarán a cargo de esas instituciones.
Por supuesto que los maestros deben ser protagonistas y las escuelas referentes participativos de las acciones que se desprendan de Políticas Públicas que parten de Salud Pública, de derechos Humanos y de Seguridad y todas son instituciones que ya existen, pongamos a funcionar esto. Experiencias internacionales se han desarrollado y ninguna parte de una campaña, porque el estado requiere entrar a generar las medidas legales pertinentes para el control de la disponibilidad y el consumo de estas drogas.
Porque después de los 10 o 15 minutos a la semana que se pretende mínimamente se trabajen en las escuelas, el alumno sale y puede comprarlo, consumirlo o comerciarlo, porque además los adolescentes lo sabemos son reclutados para la venta de drogas porque las sanciones de acuerdo a la Ley Nacional del Sistema de Justicia Penal para adolescentes son laxas y adecuadas para el desarrollo de esta actividad delictiva.
Si es estrategia pues que sea estrategia, con todo un Plan con personal capacitado que habilite a nuestros docentes, a los comités de padres, a los directivos, a las sociedades de alumnos, es necesario dar cara esta realidad social. Pero estado por favor acompáñanos trabajando sobre la marginación, sobre las políticas públicas, sobre las acciones que favorezcan la inclusión social y la reducción de vulnerabilidad de la sociedad y obviamente de nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
El resultado de “la estrategia” se debe buscar como responsabilidad compartida de esfuerzos coordinados y colectivos, si es que así se asume y si es que incluso como sociedad lo pedimos de esta forma, porque la intención es que en esta utopía educativa seamos más los que creamos y participemos porque claro que es posible.
