La escuela en emergencia, o la escuela ante la emergencia

Jaque OPINIÓN

No se llama educación no escolarizada o a distancia se debería llamar Sistema de educación en situaciones de emergencia y esto debería formar parte de un sistema Educativo que se consolida ante la realidad social considerando las diferentes situaciones de riesgo para la población que sin duda prevalecen en el contexto actual global y local y que incrementan en la actualidad y se puede prever que en el futuro,  ya sea por el cambio climático, por un evento como la pasada pandemia vivida, por los conflictos políticos, sociales, etc. lo cual sin duda es una realidad permanente y la visión tendría que ser de aprendizaje y prevención de la actuación en el contexto educativo.

De acuerdo a datos del INE el Sistema Educativo Nacional (SEN) está catalogado como el quinto sistema más grande del mundo, después de los sistemas educativos de China, India, Estados Unidos y Brasil y la posibilidad de actuación y sus alcances deben ser acordes a su realidad como un sistema de esta dimensión al dar cara a los desafíos que la realidad social presenta o puede llegar a presentar; actuar como apaga fuegos en temas educativos nos cuesta no solo dinero sino ponen en juego el desempeño de las generaciones. Como se menciona en el informe “ Educación en Pandemia: los riesgos de las clases a distancia ”, publicado  por el Instituto Mexicano para la Competitividad se considera que  niñas, niños y jóvenes enfrentan un riesgo alto o medio alto de presentar rezagos de conocimientos importantes, que los pondrán en desventaja más adelante cuando busquen acceder al mercado laboral.

Hoy  el estado de Puebla se ve ante una emergencia por el inminente peligro que resulta la posible erupción del volcán  Popocatépetl y la contingencia que se ha generado para las poblaciones aledañas al volcán así como los efectos que hoy podemos ver y sentir en municipios que si bien no están en las faldas o en la misma cercanía si tienen estragos, mismos que implican consideraciones en temas de salud y de seguridad entre otras cuestiones.

 Ante esta realidad tenemos a 767 mil 805 alumnos, 32 mil 866 docentes del sector público; y del sector privado, un total de 290 mil 092 estudiantes, 24 mil 507 considerando de educación básica a la educación superior y es un buen momento para saber qué aprendimos y qué olvidamos o quisimos echar al olvido, porque ahí está la instrucción de acuerdo al comunicado de este pasado sábado de la Secretaría de Educación Pública del estado de Puebla, el cierre de la escuela en 40 municipios y ante esto retomar la experiencia del modelo híbrido vivido por regiones o escuelas y dar continuidad para cumplir con el calendario establecido en el Diario Oficial de la federación que considera mínimo de 185 a 200 días.

Claro que muchos aprendimos, claro que ahora como escuelas somos capaces de actuar de una mejor manera que en el contexto de pandemia donde pasamos de un modelo remoto de emergencia a un modelo híbrido como se le nombró, sin embargo cada contingencia o situación tiene sus características y esta por supuesto las tiene, la solución considero no puede ser el cuadernillo, o qué aprendimos para diseñar un cuadernillo adecuado, hoy no todos los padres o cuidadores están en casa para apoyar el proceso, para acompañar no solo a los niños sino a nosotros como docentes titulares de grupo o de una materia en el caso de educación básica, y en el caso de educación media o superior tenemos a una matrícula diferente que vivió su proceso anterior de pandemia de una manera y hoy vive otros contenido y otras metodología, así que no me parece que no puede ser igual o es que ya lo sabemos y no es por falta de capacidad sino por falta de consideración de un evento como este por nombrar alguno.

La UNESCO en septiembre del 2021 lanzo un posicionamiento para el regreso a clases específicamente para México y en este se planteaban las razones por las cuales se debía regresar a las escuelas, así como experiencias internacionales, los riesgos de no regresar, entre otras cosas, sin embargo lo que quiero resaltar de este documento es que ya se hablaba de que el Sistema educativo mexicano debía considerar en el funcionamiento regular del mismo una Ecuación en Situaciones de Emergencia  que incluya el currículo, la gestión escolar, la formación de docentes, las políticas educativas  y todo lo que integra el sistema.

Es así que no nos toca solo a los profes ni a las escuelas, nos toca a todos y con tres pesos más de atención a la educación podríamos poner el barco en ruta, con voluntad política, con interés de un gobierno que ha mostrado que poco importa la educación y que por supuesto no es una prioridad, quitando recurso, quitando guarderías aunque la educación inicial según versa el 3ro constitucional ya es un derecho, con tres cambios de secretarios d educación mismo que han vivido el proceso de pandemia o los estragos del mismo, pero como se aprende a llevar al barca a buen puerto si el primer exsecretario hoy es embajador de México, es ahí a donde llego este trampolín y a la siguiente le alcanzó el impulso para estar hoy en plena campaña y perdiendo debates ante las próximas elecciones del estado de México y una actual Secretaría federal que tiene una figura opaca ante el rumbo o la propuesta de una reforma que lleva 5 años en proceso.

Sí, si es responsabilidad del gobierno federal y de los diputados y senadores y de nuestros representantes porque si bien no es su culpa la contingencia o el evento que se pueda dar, si es su responsabilidad la falta de previsión y visión de la importancia del Sistema educativo, de la educación, de los procesos, esos esos mismos procesos que los llevaron a que tengan un recorrido académico, claro en el mejor de los casos, pero es la educación la que abre puertas y lleva a un país a un rumbo más claro, aunque menos popular y grillero que un programa bienestar, o de becas y claro una inversión en educación es menos mucho menos escandaloso que un concierto en el Zócalo de la ciudad de México o es monumento a la Revolución.

Por ello el llamado es nuevamente a reconocer que existen, así como el actual que vivimos en Puebla otros tantos riesgos de desastre socio natural, en el corto, mediano y largo plazo y la invitación es también a que antes de pedir a estos actores políticos que pongan atención pues a que nos integremos y pidamos a nuestras autoridades estos pesitos más de atención e inversión a la educación, que nos interesemos, que nos informemos, que conozcamos, para pedir si nuestro gobierno no invierte y no entiende porque la educación es importante y así como nuestro Sistema educativo de nuestro país es grande esto debería ser coincidente con el nivel de avance del país.

Bravo por los profes y por las escuelas que nuevamente están haciendo posible el proceso educativo, aplaudimos las experiencias que sirvieron y que hoy se retoman para dar continuidad con todo y todo aún si esto dura una semana, quince día o a finalizar el ciclo escolar, el llamado fuerte  es entonces a ya voltear a ver a la educación como una prioridad para que si existe una nueva contingencia o situación de emergencia podamos decir que hemos recibido apoyo, capacitaciones, propuestas desde las instituciones y autoridades educativas, que se generaron diagnósticos que tenemos los insumos cognitivos y materiales que nos posibilitan o facilitan ser  respuesta y no apaga fuegos.

No quiero omitir para cerrar la opinión de la semana el agradecimiento a los actores educativos por trabajar para hacer realidad esta utopía educativa, desde sus recursos, desde sus espacios, posibilidades y aprendizajes porque lo que sucede en las aulas lo vive o lo sufre una sociedad presente o futura.

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